Tras la reunión del comité
federal del PSOE, el sábado 9 de julio, dos cosas han quedado claras: una, los socialistas
renuncian a intentar formar Gobierno y, dos, quieren lideran la oposición. El problema
es que no puede haber ningún presidente del Gobierno si no cuenta con los
suficientes apoyos en la sesión de investidura y para eso son necesarios
algunos votos de al menos algunos parlamentarios del PSOE. Es decir, los
socialistas, a pesar de que se han hartado de decir “no es no” ya han decidido
prestar su apoyo a la investidura de Rajoy. Cómo piensan hacerlo es todavía una
incógnita pero como piensan venderlo a sus votantes y a sus militantes ya no.
El Diario “El País” ya ha puesto a funcionar la máquina de la propaganda y le
seguirá todo el poderoso aparato mediático afín al PSOE. Se trata de convencer
a los militantes de base y a sus votantes que ellos mismos son partidarios de
que su partido del alma permita gobernar a Rajoy, “por responsabilidad y para
evitar unas nuevas elecciones que serían una burla a los españoles”. Con este
paripé, ya serán dos las grandes mentiras que los ciudadanos hemos visto en
pocos días, nada mas pasar las elecciones, primero fue Albert Rivera, que ahora
niega que hubiera vetado a Rajoy, y dentro de poco será Pedro Sánchez, donde su
no se convertirá, como por encanto, en si. Se venderá la abstención como si
fuera un crecepelo, el elixir de la eterna juventud y la ambrosía de la
felicidad, intentando engañar a todo el mundo. La nariz de Pinocho nos parecerá
corta. No se puede caer mas bajo.
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