10 AÑOS DE LA MASACRE

Se cumplen 10 años de los atentados de Madrid, donde murieron casi 200 personas y otras 2.000 resultaron heridas, y, después del tiempo transcurrido, tenemos que seguir asistiendo a la asquerosa lucha dialéctica entre los dos grandes partidos, exactamente la misma que protagonizaron desde los medios de comunicación afines, mientras los servicios de emergencia recogían trozos de los cadáveres entre los hierros retorcidos de los vagones y muchas víctimas transitaban entre la vida y la muerte en los hospitales de la capital de España.

Aquel 11 de marzo al Gobierno del PP y a José María Aznar se les vino el mundo encima, porque las elecciones generales estaban a la vuelta de la esquina y su apoyo a la Guerra de Irak, la foto de Las Azores y la chulería de poner los pies encima de la mesa de centro en el rancho de Bush les iba a pasar factura. La derecha se dio cuenta de inmediato que si la gente asociaba los atentados de Madrid con nuestra participación en la Guerra de Irak, algo inevitable, perdería las elecciones, por eso puso todo su empeño en responsabilizar a ETA. Pero, tanto la Guardia Civil como el CNI, que llevaban meses avisando del peligro latente de atentados, como los servicios de inteligencia de los EE UU, que ya habían interceptado varias llamadas de teléfono de los islamistas, sabían perfectamente quienes eran los autores. El PSOE también se aprovechó groseramente de aquellos acontecimientos dramáticos, poniendo toda la carne en el asador para acusar al Gobierno de mentir y utilizando a la cadena SER como plataforma propagandística. Los socialistas no tuvieron empacho en organizar algaradas ante las sedes del PP, como no lo habían tenido en abanderar el “No a la Guerra” cuando el propio Felipe González, sin mandato del Consejo de seguridad de la ONU, ya había enviado aviones españoles a bombardear Yugoslavia. Después también hemos visto todos como el PSOE enviaba tropas españolas a Afganistán o se apuntaba a la Guerra de Libia. Los atentados de Madrid fueron para los socialistas como una aparición mariana, pues Zapatero no tenía ninguna posibilidad de ganar las elecciones a José María Aznar, y jugaron esa carta a fondo en su propio beneficio.

Yo creo que hoy es día para recordar a las víctimas y solidarizarnos con ellas y para condenar a los que han jugado con los sentimientos de todos los españoles, desde la mentira o la manipulación y también para denunciar que tanto la Guardia Civil como el CNI han vuelto a poner al Gobierno sobre aviso de que la carnicería se puede volver a repetir y que desde el Ejecutivo se ha hecho muy poco para intentar evitarlo.