miércoles, 10 de enero de 2018

EL ACUERDO DE PESCA CON MARRUECOS

El nuevo acuerdo de pesca con Marruecos está en peligro, el Tribunal de la Unión Europea cuestiona el acuerdo por aplicarse también a las aguas del Sáhara Occidental, eso es exactamente lo que ha dicho Melchior Wathelet, el abogado general del Tribunal de Justicia de la unión Europea, al tiempo que afirmó que “el bloque comunitario incumplió su obligación de respetar el derecho del pueblo del Sáhara Occidental a la libre determinación". El asunto es grave, especialmente para los pescadores españoles que pescan en esas aguas, porque ahora no se trata de más dinero que exige Marruecos, como venía haciendo tradicionalmente y que acababa pagando España a través de la UE, ahora se trata de un dictamen judicial, que lo es también político, de un organismo que no suele ser soslayado por las autoridades comunitarias.
El conflicto del Sáhara, que para muchos ya estaba olvidado, sigue ahí y lo que está sucediendo con el acuerdo de pesca con Marruecos nos lo vuelve a recordar. A nadie parece importar, salvo a las familias que acogen niños en España todos los años y a las asociaciones  de amigos del pueblo saharaui, que los españoles no solo dejamos a esa gente a merced de Marruecos y muchos de ellos, los que no fueron masacrados con bombas de napalm por los F-5 marroquíes, viven desde entonces en los campamentos de Tinduf, en pleno desierto, tampoco que esquilmemos la riqueza pesquera de sus aguas a cambio de pagar a Marruecos. Mucha gente no es consciente que el pueblo saharaui, de poco más de cien mil habitantes, tendría una de las rentas per cápita más altas del mundo si, entre unos y otros, no les hubieran robado sus tierras, sus fosfatos, su petróleo y su riqueza pesquera. No vamos a contar ahora lo que sucedió desde la ignominia de 1.976, cuando España se retiró del Sáhara ante la “pacífica” Marcha Verde que organizó Hassán II, el padre del actual monarca marroquí, solo decir que la supeditación de la política y los intereses españoles a los de los EE UU nos ha reportado más perjuicios que beneficios, salvo a la dictadura franquista, claro. Porque fue en el contexto de la Guerra Fría donde hay que enmarcar el arranque de este conflicto.
Situaciones y acontecimientos aparentemente inconexos tienen repercusiones y vasos comunicantes, porque, merced al conflicto catalán y a que el Gobierno de nuestro país ha recurrido a los dirigentes de las instituciones europeas para que le ayuden a solventar un problema interno que no ha sido capaz de solucionar, nuestro país ha perdido prestigio y peso específico en la UE. Es inimaginable, por ejemplo, que el tribunal de la UE dictamine algo contra los intereses franceses en África apelando a los derechos de ningún pueblo.

Los argumentos jurídicos son demoledores, porque se sustentan en resoluciones de la ONU.  Las aguas del Sáhara son de los saharauis, no son ni de España ni de Marruecos, pero aquí se llamó terroristas a los polisarios que las defendieron y ahora se pedirán cuentas al maestro armero y se culpará a la UE por cebarse en los pescadores andaluces. No tenemos remedio.

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