jueves, 25 de enero de 2018

¿CHANTAJE NACIONALISTA O SOMOS PARDILLOS?

A mí lo que más me preocupa del futuro de España y de su supervivencia como Estado es exactamente lo mismo que preocupaba al abuelo del actual Rey, D. Juan de Borbón, como así se lo recordó el Conde de Barcelona a su hijo, D. Juan Carlos, en su lecho de muerte: la unidad de España. En eso, aunque yo sea republicano convencido, no me importa coincidir con la Monarquía.
El problema que ahora tenemos en Cataluña se lleva incubando desde hace mucho tiempo y yo creo que se agudizó con la Constitución vigente y con todo lo que ha venido después. Y no solo en Cataluña. Vías distintas para acceder a la autonomía según fuera una región “nacionalidad histórica” o no, artículos 151 ó 143, reconocimiento de “entidades forales” con tratamiento fiscal diferenciado, etc  ¿Qué en aquellos momentos eso era lo que se podía hacer, con ETA matando militares y guardia civiles un día sí y otro también? Quizá, yo solo lo constato. Pero, además de una Carta Magna como pecado originar, que algunos quieren reformar a peor, durante 40 años se ha estado dando a los nacionalistas de todo, a cambio de su apoyo parlamentario y de cosas que son tan fuertes que prefiero no comentar aquí. Incluso algunos que ahora apoyan la aplicación del artículo 155 de la Constitución estuvieron gobernando en Cataluña con los de ERC. El que esté libre de pecado, de izquierdas, de derechas o mediopensionista, que tire la primera piedra. El chantaje nacionalista en realidad lo hemos alimentado entre todos, unos más que otros, eso sí. El monstruo ha crecido y se nos ha subido a las barbas y ahora a ver como lidiamos con él.

Para que todos nos demos cuenta de lo que ha pasado durante estos años no voy a relatar aquí las circunstancias políticas que se han vivido, y que usted conoce perfectamente, no quiero aburrirle, solo recordar dos episodios que políticamente pueden parecer banales pero que dejan perfectamente diáfano lo pardillos que hemos sido: ¿Quién no recuerda el secuestro del Alakrana, un atunero vasco que faenaba en aguas próximas a Somalia y que fue secuestrado por piratas? Pues bien, el citado atunero, como todos los barcos vascos, contraviniendo las legislaciones internacionales y española, no llevaba pabellón, es decir, no enarbolaba la bandera de España en su popa, pero, a pesar de ello, el PNV reclamó al Gobierno de España que actuara cuanto antes para salvar a los marineros vascos. Así se hizo y no voy relatar los pormenores porque no quiero hacer llorar al lector. El Gobierno de España puso entonces un avión a disposición de los familiares, el mismo que usa el Rey o el Presidente del Gobierno en sus viajes de Estado, para que se pudieran desplazar allí a recibir a sus seres queridos liberados, pero los familiares se negaron a subir a un avión que tenía rotulado en su fuselaje “Fuerza Aérea Española”. Después de todo lo que se había hecho nadie llamó a los vascos de todo menos bonitos, lo que se hizo fue cambiar posteriormente ese rótulo por “Reino de España” que es el que sigue figurando ahora. Tampoco se dio mucha publicidad (no salió en ningún telediario) a lo que sucedió en Pasajes (Guipúzcoa) con la entrega de la bandera de combate a la fragata de la Armada F-103, Blas de Lezo. Defensa había decidido que estaría bien entregar esa bandera en Pasajes, lugar de nacimiento del héroe vasco de la batalla de Cartagena de Indias, pero el buque fue recibido con pitos y silbidos y despedido de la misma forma (se puede ver en Internet). Nadie llamó imbéciles y desagradecidos a esos descerebrados. Es decir, si a un niño mal criado no le das la bicicleta, el móvil de alta gama y la videoconsola que te exige, te insulta. Pero, a ese niño mal criado lo hemos educado nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario