El presidente del Gobierno, Zapatero, estuvo este fin de semana en Elche en plan mitin. Con total aplomo afirmó que las dolorosas medidas que está tomando, como congelar las pensiones o bajar el salario a los funcionarios, no son fruto de la improvisación sino soluciones necesarias y meditadas para afrontar la crisis económica. En resumen dijo que el Gobierno sabe perfectamente lo que hace y que no va dando bandazos, como solemos decir los incordiantes. Si no supiéramos todos de los despilfarros, de las medidas electoralistas con dinero de los bolsillos de los ciudadanos y, en fin, de las llamadas al orden de Merkel y Obama, hasta podríamos creernos su discurso por el énfasis y la garra que ponía en las mentiras. A los socialistas les van a hacer mucha falta los votos de Levante y de Andalucía, con la que se avecina mas que nunca, por eso seguirán la estrategia contra Camps, que se lo merece, o defendiendo el voto cautivo del PER y apechugando con las consecuencias de los pelotazos urbanísticos, tapando, por ejemplo, con dinero público, el agujero que ha dejado Cajasur que, como todas las Cajas de Ahorros, tiene unas cifras de créditos impagados e incobrables, del tinglado del ladrillo, de cotas estratosféricas, por eso las apresuradas fusiones que traerán graves consecuencias colaterales. D. Miguel Ángel Fernández Ordoñez, gobernador del Banco de España, dicho sea de paso, es un tipo con poca vergüenza, lleva mucho tiempo dando consejos económicos en ámbitos de los que no es responsable y tiene su casa sin barrer. En vez de hacer apología del abaratamiento del despido, de elevar la edad de jubilación, etc, mejor hubiera controlado los créditos, mas que arriesgados, suicidas que las Cajas de Ahorro llevaban años concediendo y que han puesto en peligro todo el sistema financiero español. También el señor Aznar nos da consejos que mas parecen un rosario de amenazas para los trabajadores. D. José María, como en el asunto de Irak y el cachondeo de las "armas de destrucción masiva", no asume responsabilidades de sus errores económicos. Este Gobierno tiene mucho que criticar, pero Aznar no está legitimado para ello, ¿o no fue el quien inició e infló durante años la burbuja inmobiliaria?.
En otro orden de cosas, cada vez estamos mas alarmados con lo que se cierne sobre Asturias. Ya sabemos que las obras públicas, que estaban siendo un alivio para la desertización industrial, se van a paralizar, a pesar de las patrañas que nos cuenta, como si fuera un disco rallado, "Pepiño" Blanco. Va a ser muy difícil acudir a las elecciones autonómicas, con esperanza de seguir en las poltronas, en una región endeudada y sin poder hacer inauguraciones de relumbrón. Ni Metrotrén, ni AVE, ni autovía Unquera-LLanes, etc. Tendremos, eso sí, un magnífico edificio para Hospital Central, pero vacío y sin equipamientos y también con muchos sobrecostes, como el puerto de El Musel, que pagarán nuestros hijos y nuestros nietos. Los problemas de la leche y de la minería son dos bombas de relojería a punto de estallar, pero el paro juvenil y el achatarramiento de Arcelor, por la falta de inversiones, también dan miedo. Menuda "patata caliente" va a dejar Areces.
A la vista de los ajustes que se están haciendo en las administraciones públicas es cada vez mas evidente que los políticos llevaban años despilfarrando nuestro dinero. Todavía es posible ahorrar mas y los ayuntamientos van a tener que apretarse los machos porque el Banco de España les ha prohibido pedir mas créditos (esto si que va a tener consecuencias explosivas), aunque la medida, inspirada por el Gobierno, como no podía ser menos, ha dido rectificada, en el plazo de aplicación, a las 24 horas. Mucho nos tememos que "pagarán el pato" las empresas que trabajan para las administraciones locales, con paralizaciones de obras y eternización de los pagos (algunas llevan ya muchos meses sin cobrar), los ciudadanos en general, con el aumento de todo tipo de tasas, e incluso los funcionarios municipales, que pueden ver peligrar el pago de sus nóminas, pero no será suficiente y los manirrotos lo pasarán mal. Pero, seamos serios, usted y yo sabemos que la deuda de los ayuntamientos es solo un pequeño porcentaje de la total de las administraciones del Estado y que donde mas se necesita trabajar con el bisturí es en las CC AA. Tal parece que no hay narices para meter en cintura a los "Reinos de Taifas".
Si no fuera porque, a lomos de la crisis, el capitalismo mas salvaje y las derechas mas cavernícolas solo predican sacrificios para los trabajadores y pensionistas, sino fuera porque el FMI, la OCDE y los conservadores que gobiernan Europa quieren exprimir a los ciudadanos como limones, todo lo que estamos viviendo sería una estupenda vacuna contra la irresponsabilidad económica. ¿A cuantos políticos, a cuantos administradores públicos les habría que recordar la fábula de la cigarra y la hormiga?. Los acontecimientos actuales también están sirviendo para que, tímidamente, aparezca la autocrítica y la revisión de las políticas que se han seguido hasta ahora en la socialdemocracia ( no se puede dejar el mercado a su libre albedrío) y la izquierda abandone los pactos con los socialistas cuando estos se echan descaradamente en brazos del capital. Lo que va a pasar en IU de Asturias es la prueba del nueve.
Mientras la gente continúa en un sin vivir, seguirán los discursos falaces, pero con mucho desparpajo.
En otro orden de cosas, cada vez estamos mas alarmados con lo que se cierne sobre Asturias. Ya sabemos que las obras públicas, que estaban siendo un alivio para la desertización industrial, se van a paralizar, a pesar de las patrañas que nos cuenta, como si fuera un disco rallado, "Pepiño" Blanco. Va a ser muy difícil acudir a las elecciones autonómicas, con esperanza de seguir en las poltronas, en una región endeudada y sin poder hacer inauguraciones de relumbrón. Ni Metrotrén, ni AVE, ni autovía Unquera-LLanes, etc. Tendremos, eso sí, un magnífico edificio para Hospital Central, pero vacío y sin equipamientos y también con muchos sobrecostes, como el puerto de El Musel, que pagarán nuestros hijos y nuestros nietos. Los problemas de la leche y de la minería son dos bombas de relojería a punto de estallar, pero el paro juvenil y el achatarramiento de Arcelor, por la falta de inversiones, también dan miedo. Menuda "patata caliente" va a dejar Areces.
A la vista de los ajustes que se están haciendo en las administraciones públicas es cada vez mas evidente que los políticos llevaban años despilfarrando nuestro dinero. Todavía es posible ahorrar mas y los ayuntamientos van a tener que apretarse los machos porque el Banco de España les ha prohibido pedir mas créditos (esto si que va a tener consecuencias explosivas), aunque la medida, inspirada por el Gobierno, como no podía ser menos, ha dido rectificada, en el plazo de aplicación, a las 24 horas. Mucho nos tememos que "pagarán el pato" las empresas que trabajan para las administraciones locales, con paralizaciones de obras y eternización de los pagos (algunas llevan ya muchos meses sin cobrar), los ciudadanos en general, con el aumento de todo tipo de tasas, e incluso los funcionarios municipales, que pueden ver peligrar el pago de sus nóminas, pero no será suficiente y los manirrotos lo pasarán mal. Pero, seamos serios, usted y yo sabemos que la deuda de los ayuntamientos es solo un pequeño porcentaje de la total de las administraciones del Estado y que donde mas se necesita trabajar con el bisturí es en las CC AA. Tal parece que no hay narices para meter en cintura a los "Reinos de Taifas".
Si no fuera porque, a lomos de la crisis, el capitalismo mas salvaje y las derechas mas cavernícolas solo predican sacrificios para los trabajadores y pensionistas, sino fuera porque el FMI, la OCDE y los conservadores que gobiernan Europa quieren exprimir a los ciudadanos como limones, todo lo que estamos viviendo sería una estupenda vacuna contra la irresponsabilidad económica. ¿A cuantos políticos, a cuantos administradores públicos les habría que recordar la fábula de la cigarra y la hormiga?. Los acontecimientos actuales también están sirviendo para que, tímidamente, aparezca la autocrítica y la revisión de las políticas que se han seguido hasta ahora en la socialdemocracia ( no se puede dejar el mercado a su libre albedrío) y la izquierda abandone los pactos con los socialistas cuando estos se echan descaradamente en brazos del capital. Lo que va a pasar en IU de Asturias es la prueba del nueve.
Mientras la gente continúa en un sin vivir, seguirán los discursos falaces, pero con mucho desparpajo.
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