domingo, 9 de mayo de 2010

9 DE MAYO, UN GRAN DIA PARA EUROPA


Paradojas de la Historia, hoy se celebra el 65 aniversario de la victoria de la URSS sobre la Alemania nazi y el "Día de Europa", porque, en esta misma fecha, hace 60 años, el ministro francés de Exteriores, Robert Schuman, hizo una la declaración que daría origen al germen de la UE, el Tratado del Carbón y el Acero. Las dificultades que hoy está viviendo este Continente son nada comparadas con los dramáticos acontecimientos que cubrieron de dolor y sangre sus tierras. Sobre otras cosas, tenemos mas de veinte millones de razones para conmemorar este día.
El domingo 22 de Junio de 1.941, a las 3,15 de la madrugada, en un gigantesco frente que va desde el Mar Báltico hasta el Mar Negro, los nazis pusieron en marcha 4,5 millones de hombres, (3,5 millones de alemanes y 1 millón de aliados fascistas), aglutinados en 225 divisiones, con 4.400 carros de combate y mas de 4.000 aviones, se iniciaba la "Operación Barbarroja", nombre en clave de la ofensiva. Recordemos que entre Alemania y la URSS había firmado un tratado de no agresión. Pocos días antes Hitler había dejado bien claro a sus generales que esta no sería una guerra convencional, sino de aniquilación. Los nazis consideraban a los rusos sub-humanos y pretendían construir un "Espacio Vital" a costa del exterminio de millones de personas y del robo de las tierras soviéticas. Se ha escrito mucho en Occidente sobre el Holocausto judío, crimen genocida que no se debe negar ni olvidar, pero muy poco sobre las acciones atroces que los alemanes cometieron en Rusia. Fueron muchos los fusilamientos en masa, tanto de soldados como de civiles, los ahorcamientos en los pueblos conquistados y el confinamiento en campos de trabajo y de exterminio, donde los soviéticos fueron singularmente maltratados por las unidades especiales de las SS de Himmler. Ninguna nación, ningún pueblo, ha sufrido tanto en la Historia como la URSS en la Segunda Guerra Mundial, aquello se convirtió en una lucha por la supervivencia a la que los rusos, bielorusos y gentes de otros países que formaron la Unión Soviética llaman "La Gran Guerra Patria". Tras la contienda, se barajó la terrible cifra de veinte millones de muertos soviéticos, pero hoy muchos historiadores coinciden en que la suma real estaría en torno a los 21 millones, a esto hay que añadir los mutilados, huérfanos, viudas, etc y la destrucción de la mayor parte de las infraestructuras agrícolas e industriales. Solamente en la ciudad de Leningrado (S. Petersburgo), que estuvo sitiada por las tropas finlandesas y alemanas durante tres años, murieron mas de 800.000 personas, la mayoría civiles, una gran parte de hambre y frío. Algunos españoles combatieron en la "División Azul" contra los soviéticos, para hacerse una idea de lo que vieron y pasaron conviene documentarse leyendo, por ejemplo, "La tragedia del Lago Ilmen", una operación desastrosa donde muchos divisionarios perecieron por congelación. Otros, incluidos los "niños de la guerra", a pesar de la oposición de las autoridades, se las ingeniaron para alistarse en el Ejército Rojo, muchos, también Rubén, hijo de Dolores Ibárruri y héroe de la Unión Soviética, murieron.
La determinación del pueblo soviético está escrita en multitud de páginas heroicas. Algunos episodios especialmente relevantes fueron el traslado de mas de mil fábricas, en una semana, desde el Mar Negro al otro lado de los Urales, en plena ofensiva de la "Wehrmacht", la Defensa de Moscú, el Sitio de Leningrado y la Batalla de Stalingrado, que dio el giro definitivo al desenlace de la Segunda Guerra Mundial.
Los enfrentamientos que se desarrollaban en el Frente Occidental, que hemos visto tantas veces en el cine, no se pueden comparar con lo que acontecía en el Este, donde los frentes eran de miles de kilómetros y había implicados millones de hombres, que combatían en circunstancias especialmente penosas, e ingentes cantidades de material bélico. Sin menospreciar el esfuerzo y contribución de muchos otros, la Batalla de Europa se decidió en las estepas soviéticas.
Debemos ser conscientes de lo que habría ocurrido en nuestro Continente y en el mundo sin la aportación y el sacrificio de tantos, unos, eslavos europeos, otros, con facciones orientales, que tuvieron que abandonar sus aldeas en Siberia y en otras repúblicas federadas de Asia para combatir y ganar en el mayor drama que vieron los siglos. Hoy es un buen día para darles las gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario