Tras la reunión mantenida por los
mandatarios europeos, llegan malas noticias de Bruselas: Los países del Norte
de la UE, capitaneados por Alemania, tienen la intención de dejar caer a los
países del Sur castigados por el coronavirus, en particular a Italia y a España.
En concreto, no quieren saber nada de coronabonos e insisten que la UE ya tienen
cauces establecidos para que los Estados en dificultades hagan uso de ellos. Son
los cauces que vimos tras la crisis de las hipotecas Subprime en 2008 y que
vienen a ser que, a cambio de créditos otorgados por el Banco Central Europeo,
las variables macroeconómicas no las marquen los Estados, sino Bruselas. En
Román Paladino para que todos nos entendamos: a cambio de créditos y de dinero
fresco, recortes para los ciudadanos. Esta película ya la hemos visto. Hay dos
problemas, uno, que esta vez la crisis del estallido de la Deuda provocada por
el detonante del coronarvirus es mucho mayor, es una crisis no solo económica,
es sistémica y, otro, el tejido social afectado es mucho más amplio e incluye a
todos los sectores productivos, a todos los trabajadores. Eso no fue así en la
anterior crisis, o al menos no lo fue con la misma intensidad. Hay un principio
físico que dice que si dejas un hueco algo vendrá a llenarlo, ahora no estamos
hablando de gases o de fluidos, estamos hablando de otra cosa. En Italia la
crisis del coronavirus ha mostrado a los trasalpinos que, cuando más
necesitaban la ayuda, la UE y la OTAN han brillado por su ausencia; han sido
Rusia y China las que han estado ahí. Y en Italia se da ahora una paradoja que
no se da en otros países europeos, que no se da en España, la izquierda y la
derecha, hasta la ultraderecha, empiezan a coincidir en una cosa: “quizá nos
hemos equivocado en cuáles son nuestros verdaderos amigos y en quienes nos
interesan más como aliados estratégicos”.
Los “verdaderos amigos”, sin embargo, pueden ser solidarios, pero no
tontos. Recordemos que en Italia, en Nápoles concretamente, está basada la
Sexta Flota ¿Puede pasar con Italia algo parecido a lo que ha pasado con
Turquía? Ya lo veremos. En España esto es muchísimo más difícil y no voy a
explicar el por qué, todos deberíamos saberlo. Ni EE UU, endeudado hasta las
cejas y que ha tenido que recurrir a que la Reserva Federal para obtener dos
billones de dólares de mentira, ni el G-20 van a venir al rescate.
Miro a Pedro Sánchez y me recuerda a Pepe Isbert en “Bienvenido, Mr. Marshall”.
Pobre presidente y pobres de todos nosotros.
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