Pues sí, se ha producido el
milagro, porque si nos dicen hace cuatro días que PSOE y UP iban a llegar a un acuerdo
de Gobierno no nos lo hubiéramos creído. Recordemos que Pedro Sánchez decía
hace muy pocos meses que no podría dormir por las noches si pactaba con el que
se ha abrazado ahora. Pero, ya sabe usted que solo los estúpidos no rectifican
nunca. Podríamos perder el tiempo intentando analizar por qué ha sido ahora tan
fácil y tan rápido un acuerdo que no lo fue en abril, pero, como no tenemos
todas las claves del asunto, quizá nos equivocáramos en el diagnóstico. Habíamos
llegado a una situación en la que a los poderes fácticos ya les preocupaba
menos tener algún ministro “comunista” que al país paralizado, sin Gobierno y sin
Presupuestos y con la ultraderecha en ascenso, así que vamos a vamos a dejarlo
ahí. Yo creo que si este acuerdo sale adelante y si se consigue una mayoría
parlamentaria suficiente el país podrá empezar a andar y la que nos va a caer
encima no la pagarán en exclusiva los trabajadores. Yo estoy convencido que el
acuerdo será beneficioso tanto para el PSOE como para UP, no porque unos pongan
la valentía y otros la experiencia, como dice Pablo Iglesias, sino porque unos no
se escorarán más a la derecha y los otros se tendrán que moderar en algunas de
sus propuestas. Lo verdaderamente importante es que el acuerdo sea beneficioso
para la mayoría de los españoles. Sea como fuere, y por muy mal que lo haga el
futuro Gobierno, todas sus medidas son reversibles, lo que no sería reversible
es la desintegración de ese Estado-Nación que llamamos España, ese es el
auténtico problema. Para que este Gobierno tenga una mayoría parlamentaria
suficiente que permita sacar adelante los Presupuestos y aprobar leyes e
iniciativas (que de eso trata gobernar) van a hacer falta la suma de otras fuerzas
políticas minoritarias que no van a poner excesivas dificultades, pero también
son imprescindibles los votos de ERC o de los restos de Ciudadanos (excluyo a
otras fuerzas políticas porque no me parece posible su apoyo en ninguna
circunstancia). Un acuerdo con ERC no sería un desastre, al contrario, siempre
y cuando los republicanos catalanes no pusieran sobre la mesa cosas que saben
que no se les puede conceder, porque están fuera de la Ley y/o porque son
inconstitucionales. Pero, en la coyuntura actual eso es muy difícil, y más ahora
con la CUP en el Congreso de los Diputados ¿Se imagina usted a los diputados de
la CUP llamando a Rufián traidor en el Parlamento? Así que solo quedan los restos
de Ciudadanos. Apelar a su apoyo, si de verdad priorizan la unidad de España,
como no se han cansado de repetir, para evitar que el nuevo Gobierno se tenga
que echar en brazos de los independentistas catalanes no es ningún disparate.
Eso sí que sería hacer un ejercicio de responsabilidad que ayudaría a su
recuperación como partido, si es que se pueden recuperar, o a que se integraran
en alguna formación política como puede ser el PSOE. No estoy delirando, se lo
aseguro. Recuerde usted: “El centro es como la línea del horizonte, se habla de
él, incluso se vislumbra, pero, en realidad, no existe.
Nota a posteriori: la pérdida de un diputado del PNV en favor del PP complica el asunto, ni siquiera suman ahora los diputados de Ciudadanos.
Nota a posteriori: la pérdida de un diputado del PNV en favor del PP complica el asunto, ni siquiera suman ahora los diputados de Ciudadanos.
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