La encuesta del CIS había pasado
por la cocina, ahora ya es evidente, los resultados electorales son muy fieles
a las encuestas que daban todas las empresas demoscópicas, salvo algún fleco, como el diputado de Teruel Existe, pero, no se parecen en nada a la del CIS. El
PSOE no solo no ha arrasado, ha perdido diputados, y ahora aparece diáfano el
gran error de Pedro Sánchez al no haber querido formar gobierno con UP, apoyado
por ERC y PNV. El gran logro de Sánchez ha sido perder un millón de votos,
reforzar extraordinariamente a la extrema derecha, que, al tener más de 50
diputados, podrá presentar recursos de inconstitucionalidad, y llevar al
Congreso de los Diputados a los independentistas del Bloque Nacional Gallego y
a los anarco-independentistas de la CUP, que se suman a los independentistas
que ya había. El proyecto Errejón, que en un principio fue potenciado por el
PSOE, ha sido un estrepitoso fracaso y solo ha servido para fraccionar, aún
más, el voto de la izquierda. En ese camino también ha casi desaparecido
Ciudadanos, que, por su voxificación y por los continuos cambios de parecer y
ocurrencias de Albert Rivera, ha cosechado una auténtica debacle. UP resiste, a
pesar de volver a dejarse unos cuantos diputados. El discurso bien trabado de
Iglesias, el mismo de la campaña electoral anterior, y los disciplinados e ideologizados
votos de IU han sumado a lo que las tonterías y los errores territoriales,
desde Compromís, al aliarse con Errejón, hasta el “nuestros niños y nuestras
niñas” de Teresa Rodríguez al referirse a los MENAS, han restado. Por cierto, Teresa Rodríguez
otra vez vuelve a arremeter contra los miles de ciudadanos que han votado a Vox
en Andalucía en vez de hacer autocrítica y ver por qué UP ha perdido en esa comunidad
autónoma tres escaños. Si no hizo autocrítica después de las elecciones andaluzas
por qué la iba a hacer ahora. Alguien tendrá que decírselo.
Si tras las anteriores elecciones
generales formar Gobierno no era tarea sencilla, ahora yo lo veo casi
imposible. Iglesias ya no va a admitir ningún veto, ERC, con su líder en la
cárcel y con los de la CUP en el Parlamento, va a ser muy difícil que apoye un
Gobierno de Sánchez. Solo un Gobierno de “gran coalición” podría salvar la
situación. Casado ha dicho que nunca apoyaría la investidura de Sánchez, pero
no ha dicho que no apoyaría la investidura a un presidente socialista que no
fuera Sánchez. Ya veremos si los que deciden quién es el candidato socialista a
la presidencia del Gobierno es el PSOE o el PP y los poderes facticos.
Iglesias, desgraciadamente, otra vez tenía razón, como cuando le dijo a Sánchez
que tuviera cuidado con “el de la cal viva”; “Pedro, no serás presidente” y “el
PSOE acabará pactando con el PP”, salvo un milagro o que vayamos a nuevas elecciones, que podrían empeorar, aún más, la situación política. Se
avecinan tiempos convulsos, los independentistas catalanes volverán a las
acciones violentas, las acciones que tenían preparadas para el 10N y que han
aplazado para dentro de unos días, mientras España es más ingobernable que
nunca ¡Qué error, qué tremendo error ha cometido Sánchez!
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