Tras la confirmación por los
servicios secretos rusos de que el avión de pasajeros de ese país que regresaba
a Rusia desde el Sinaí con turistas fue
derribado por una bomba, algo que algunos ya sospechamos y dijimos desde el
primer momento, Vladimir Putin no solo ha dicho que buscarán a los responsables
del crimen por todo el Planeta y que pagarán por ello, también ha ordenado el
incremento de los bombardeos que la aviación rusa ya estaba realizando en
Siria. El portaaviones ruso “Almirante Kuznetsov”, con sus Sukhoi SU-33, se ha
incorporado a la ofensiva y, lo que todavía llama mucho mas la atención,
también se han sumado a los bombardeos los bombarderos estratégicos Tupolev
TU-95 MS. Estos grandes aviones pueden transportar misiles de crucero con
cabeza convencional o nuclear y grandes bombas (de varias toneladas) dirigidas
por satélite. El TU-95MS es un avión bastante antiguo, pero por sus
características excepcionales, al igual que el norteamericano B-52, todavía
sigue en servicio y se espera que estén operativos hasta el año 2.040. Al contrario
que el B-52, que tiene 8 motores a reacción, el TU-95 MS lleva 4 motores
turbohélice con doble rotor, lo que le permite una mayor autonomía, un vuelo mas
silencioso, menor firma calorífica y casi la misma velocidad. Pues bien, desde hace dos días, estos
aviones están bombardeando los instalaciones petrolíferas del ISIS y otros
objetivos en Siria con resultados demoledores. Los TU-95 MS no operan desde
bases sirias sino que vuelan desde Rusia y regresan a sus bases naturales
gracias a su gran autonomía y sin poner en peligro la disuasión estratégica. También
han entrado en combate los bombarderos estratégicos supersónicos con alas de geometría variable Tupolev TU-160 (cisne blanco) que han lanzado varios misiles
de crucero dirigidos por satélite desde mas de 1.000 kilómetros de
distancia de Siria.
Al incremento de las operaciones
aéreas rusas en Siria hay que sumar la incorporación de los Rafale franceses
del portaaviones “Charles Degaulle” y de los aparatos franceses y norteamericanos
que ya operaban desde bases en tierra de la Península Arábiga.
China ha ofrecido a Rusia su
portaaviones “Liaoning” (CV-16), gemelo del “Almirante Kuznetsov” (solo el casco) y sus aviones
J-15 navalizados, que son una copia de los SU-33 rusos. Este portaaviones ya
atracó en la base rusa de Tartus (Siria) en septiembre de este mismo año. Pero,
de momento, los rusos creen que con sus fuerzas y las de algunos países de la
OTAN, que están bombardeando también a los yihadistas, es suficiente.
La amenaza terrorista, como
apuntábamos recientemente, se va a trasladar al Magreb y al África
Subsahariana, un campo de operaciones inmenso donde los asesinos del Estado
Islámico, que ya cometían allí todo tipo de fechorías, serán mucho mas difíciles
de neutralizar y donde Francia puede verse sola ante el peligro pues va a ser
muy difícil explicar a la opinión pública que una cosa es luchar contra los fanáticos del ISIS y otra muy distinta defender el imperialismo francés en
África, algo muy anterior a la aparición del Estado Islámico.
FOTO: Tupolev TU-95 MS presto a partir para bombardear al ISIS en Siria.
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