Cuando escribo estas líneas se
acaban de producir en Francia una cadena de atentados que han obligado incluso
a que el presidente de la República, Françoise Hollande, tuviera que abandonar,
por motivos de seguridad, la tribuna desde la que estaba viendo el partido de
fútbol entre las selecciones de Francia y Alemania. A esta hora la situación
todavía es confusa, pero ya se sabe que hay decenas de muertos y heridos en varios
tiroteos y explosiones y 100 personas secuestradas en una discoteca.
Los atentados de París llevan el
sello inequívoco del yihadismo y lo mismo pueden ser obra del Estado islámico
que de cualquier franquicia de Al Qaeda. No es la primera vez que los
terroristas islamistas atentan en Francia, todos recordamos, por ejemplo, lo
que sucedió en la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo en enero de
este mismo año.
Pero, ¿porqué Francia es un objetivo
prioritario para los yihadistas? No fueron las caricaturas de mal gusto (que yo
critiqué en su día) sobre el profeta Mahoma la causa principal del atentado de principios
de año, ya había habido otros atentados en el país vecino perpetrados por los
terroristas yihadistas. Tampoco parece lógico que siendo Francia la potencia
que mas insistió en intervenir militarmente en Libia y en Siria y cuyos
servicios secretos colaboraron, junto a los de EE UU y Reino Unido, en esos
escenarios con los criminales mercenarios que pagaba Arabia Saudí y Qatar sea
precisamente objetivo prioritario de sus aliados circunstanciales. En el propio
seno de la sociedad francesa está el caldo de cultivo de los criminales que
odian a un país donde una gran parte de musulmanes no han podido o no han
querido integrarse. La cultura y las costumbres francesas son diametralmente
opuestas a las del islamismo radical. Recordemos aquellas algaradas, con quema
de cientos de vehículos, que se produjeron en los barrios musulmanes de las
principales ciudades francesas cuando gobernaba Sarkozy. Pero ahora, además, se
dan otras circunstancias añadidas. Tras la intervención rusa en Siria y el
cambio de actitud de EE UU y sus aliados, incluso también de los regímenes
feudales árabes que les pagaban, el Estado Islámico tiene sus días contados en
Siria e Irak, pero, no ocurre lo mismo en toda el África subsahariana, donde no
existen ejércitos tan poderosos que se puedan oponer y donde hay un vasto
territorio para cometer toda clase de fechorías, como hace Boko Haram en
Nigeria. ¿Qué potencia occidental corta el bacalao y tiene decenas de bases
militares en toda esa zona de África? Pero, además, el día 30 de este mes se
van a reunir en París 177 jefes de Estado y de Gobierno en la Cumbre sobre el
Clima, es decir, todo lo que suceda en Francia en estos días tendrá mucha mas
resonancia.
Los asesinos yihadistas no solo
se comen los corazones de los soldados sirios, no solo asesinan niños y
crucificaban cristianos, no solo esclavizan sexualmente a las mujeres, también
hacen atentados monstruosos, como los ocurridos recientemente en Turquía, la
bomba en el avión ruso y lo que acaba de suceder en Paris. Es un enemigo que
utiliza el terror como arma y al que no se puede dar cuartel.
Mi total solidaridad y
condolencia para los familiares y amigos de estas víctimas inocentes.
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