
Todo hace suponer que, en contra
de lo que mayoritariamente se dice, han sido algunos Gobiernos los que, lejos
de tapar el supuesto fenómeno, han hecho lo posible por crearlo y difundirlo,
bien para ocultar a la opinión pública y a otros Estados sus pruebas con nuevas
máquinas de guerra o bien para desviar la atención de otros asuntos.
Debemos diferenciar lo que son
los OVNI (objetos volantes no identificados), que pueden ser fenómenos atmosféricos,
astronómicos u objetos fabricados por el hombre, del tema alienígena, es decir,
de habitantes de otros mundos. Si bien resulta razonable y convincente que
muchas personas han visto cosas extrañas, no lo son, en absoluto, las patrañas
y cuentos ridículos que se dicen sobre visitantes de otros planetas e incluso
sobre abducciones.
Ya sabemos, con casi total
seguridad, que en todo el Sistema Solar solo hay vida en la Tierra, porque las
condiciones que han de darse para que esta aparezca son muy especiales. No
habría aparecido la vida en nuestro planeta, por ejemplo, si además de estar a
una distancia determinada del Sol, tener agua, tener campo gravitatorio, etc,
no hubiera habido una atmósfera donde se producían millones de fenómenos
eléctricos, pues eso fue, en un entorno acuoso, lo que dio origen a los
aminoácidos, de donde hemos salido todos. Pero es que, si la vida es una rara
singularidad, aún lo es más una civilización tecnológica (me niego a
diferenciar a los animales entre inteligentes, supuestamente nosotros, y los
que no lo son) que es producto de una serie de casualidades que se han dado en
la evolución a través de largos periodos de tiempo. Si un meteorito no hubiera
asolado la Tierra hace 65 millones de años, por ejemplo, seguirían siendo los
dinosaurios los amos del planeta y los mamíferos continuarían siendo pequeños
animales nocturnos y asustadizos; tampoco, naturalmente, hubieran aparecido los
simios ni ninguno de ellos habría adoptado la posición erguida. Es por eso que
nos debe llamar la atención que todos los que dicen haber visto alienígenas los
describen con silueta antropomorfa, es decir, muy parecidos a los humanos. Si
bien es cierto que algunas soluciones pueden ser comunes en entornos diferentes
(como las pirámides de Egipto y de México) y que habitantes de otros planetas,
de existir, bien podrían tener dos ojos, una solución práctica, es ridículo
que, en su evolución, se hubieran llegado a parecer a nosotros que, como hemos
dicho, somos producto de algunas casualidades. Es muy probable que en nuestra
galaxia, que tiene billones de planetas, existan mundos donde hay vida, pero es
mucho más difícil que tengan civilizaciones tecnológicas y mucho más que se
parezcan a nosotros y que nos visiten de vez en cuando, porque las distancias
siderales son enormes e incluso viajando a la velocidad de la luz tardarían millones de años en llegar a la Tierra.
Los problemas de las escasas
probabilidades de civilizaciones tecnológicas y de las grandes distancias en el
Universo no han pasado desapercibidos para los que nos quieren convencer de sus
cuentos chinos, pues los delatan, por eso han complementado sus mentiras con
otras aún más alucinantes, como que se puede viajar en el tiempo y el espacio a
través de un agujero negro o puerta de gusano y lo han justificado poniendo a Einstein
por testigo. Menos mal que ningún loco va a poder intentarlo.
Buenos días, he leído con mucha atención su opinión acerca de las supuestas visitas extraterrestres a este nuestro planeta, y aunque es cierto muchas de las cosas que escribe, también lo es que hay otras muchas en las que yo no estoy de acuerdo. Para empezar usted habla de casualidades. Bien, partimos de la base de que yo no creo en las casualidades, creo en las causalidades, y si una cosa nos ha enseñado la evolución, es que la naturaleza no se deja llevar por la casualidad. Todas las mutaciones que han sufrido tanto los vegetales y animales a lo largo de millones de años, no se deben al fruto del azar, se deben a las condiciones en las que han tenido que vivir esos seres, por tanto, desechemos la palabra CASUALIDAD. Por otro lado, yo no se si nos visitan seres de otros planetas, o viajeros del tiempo o lo que quiera usted. Lo que se es que su discurso de "esto no se puede, es imposible, hay mucha distancia entre las estrellas, etc" lo está haciendo desde la perspectiva del conocimiento humano. Le voy a poner un ejemplo. Hace 400 años, se pensaba y estaba reconocido por grandes eruditos que la tierra era el centro del universo y que el sol giraba alrededor de ella. Quemaban en la hoguera a todo aquel que osaba decir lo contrario. ¿Que hubiera ocurrido si a uno de esos individuos les hubieran dicho que se iba a poder llegar desde Madrid hasta Nueva York en 7 horas en un vehículo que atravesaría el Océano Atlántico por el aire? Probablemente, como usted ha comentado, dirían que es imposible. Con esto trato de dar mi opinión, y decir como dijo Platón (aunque la frase se atribuiría a Sócrates) "Sólo se que no se nada". No voy a afirmar la existencia de seres alienígenas que nos visitan, como tampoco voy a negarlo, porque no tengo fuerza moral o pruebas para hacerlo. Lo que si se es que vivimos y sabemos lo que nuestro conocimiento nos permite y en cada época, ese conocimiento era considerado ley, cosa que con el paso de los años y los siglos en la mayor parte de las ocasiones se ha demostrado erróneo.
ResponderEliminarMás interesante el comentario que el artículo. :)
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