
Sin remontarnos a la Guerra de
Cuba, donde los EEUU, bajo la coartada de la explosión del Maine en la Bahía de
La Habana, declararon la guerra a España y nos arrebataron, entre otras colonias, Cuba, Filipinas y Puerto Rico, tenemos hoy
mismo la evidencia de que USA no considera a España un país amigo y un leal
aliado, no al menos tanto como se dice por aquí.
Nadie escenificó tan bien el
papanatismo de los españoles respecto al “amigo” americano como el genial
director de cine Luis García Berlanga en su obra maestra ¡Bienvenido, Mister
Marshall!, nada reflejaba mejor que las caras de los grandes actores Pepe Isbert,
Manolo Morán y Lolita Sevilla la decepción de todo un pueblo cuando, después de
días de intensas discusiones sobre como agasajarlos y lo que se les iba a
pedir, la caravana de coches yankees pasó sin detenerse.
Pero ¿es cierto que los
norteamericanos no tienen amigos, solo intereses? ¿y lo es con respecto a España?
Voy a poner solo dos ejemplos que conozco bien:
Gobernando la UCD, y con D. Adolfo
Suárez presidiendo el Ejecutivo español, se acometieron algunas reformas muy
importantes en las Fuerzas Armadas españolas y algunos programas de armamento
imprescindibles para modernizar unos ejércitos que, lejos de servir para defender
el país, habían sido solo un instrumento mas de la dictadura. Entre aquellos
programas había uno que sobresalía, tanto por su coste, como por lo que iba a
significar durante muchos años, el programa FACA (Futuro Avión de Combate y Ataque).
Se trataba de dotar al Ejército del Aire de un caza polivalente, con capacidad
de ataque al suelo. Hubo varios países y varios modelos candidatos a hacerse
con aquel suculento programa. Francia ofreció su afamado Mirage 2.000, Suecia
el Saab 37 Viggen y los EEUU su F-16, que sería la aeronave estándar en las
fuerzas de caza de los países de la OTAN. Se entablaron multitud de discusiones,
en las FF AA, en los grupos parlamentarios, entre expertos de todos los pelajes
y en el propio Gobierno sobre aquel asunto. Por presiones políticas, enseguida
se desecharon las opciones francesa y sueca, pero surgió una fuerte oposición a
la adquisición del F-16, porque no se consideraba el avión adecuado para las
necesidades de España. Se propuso negociar con el Gobierno de EE UU la compra
del MacDonnell Douglas F-18 A Hornet, cuya versión navalizada ya había sido
adoptada por la Navy y que también adquirirían Canadá y Australia. La seguridad
que daban sus dos motores y, sobre todo, el magnífico radar que portaba, muy
eficaz tanto para el combate aéreo como para misiones de ataque al suelo con
precisión, era lo que se quería. La experiencia en Guerras como la de los
Balcanes, donde solo los aviones españoles, junto a los F-18 norteamericanos,
podían cumplir algunas misiones dio la razón a los que apostamos por ese
avión. Pero, cuando se recibieron las primeras unidades hubo una sorpresa
mayúscula: el software estaba “capado” y no permitía realizar algunas misiones
de ataque a tierra. Mas tarde supimos que las presiones del Gobierno Británico
habían tenido mucho que ver en el asunto. No sin poner en grave peligro la
aviónica del aparato, los especialistas españoles lograron solucionar aquel
problema.
Años después, cuando España está integrada en la OTAN y ha colaborado con los EE UU en todas sus aventuras
imperiales, otra vez surge un problema similar, por no decir aún mas grave: USA
no quiere suministrar a nuestro país (sí lo hace con Gran Bretaña) el misil de
crucero Tomahawk, que estaba previsto fuera el arma mas importante para los
submarinos de la clase S-80 que construye NAVANTIA que, a pesar de todos los
problemas surgidos, se espera que sean los mejores del mundo de su clase
(utilizarán pila de combustible de hidrógeno para navegar en inmersión) y que
tienen buenas perspectivas de exportación. USA solo suministraría los misiles
si para su utilización España le tiene que pedir permiso.
A pesar de que José Luis
Rodríguez Zapatero autorizó el despliegue en Rota (Cádiz) de cuatro
destructores norteamericanos (1.500 hombres mas) con el sistema Aegis para
complementar el Sistema Antimisiles (que sitúa a España como objetivo
prioritario de los misiles nucleares Bulavá rusos) a pesar de todas las
facilidades que da España al despliegue de la fuerza USA y a pesar de las bases
españolas de utilización conjunta (eufemismo que se utiliza para no llamar a
las bases norteamericanas en España por su nombre) otra vez se nos ningunea y
se nos desprecia.
El Gobierno español, que no quiere
quedarse una vez mas con la misma cara de tonto que Pepe Isbert, ya ha entablado
negociaciones con el Gobierno de Francia para adquirir los nuevos misiles
navales de crucero Scalp, del fabricante europeo MBDA, que también será el
principal armamento de los nuevos submarinos de ataque franceses, estos
nucleares.
Los verdaderos amigos son los que
demuestran su amistad cuando se les necesita.
En la foto, el misil de crucero
europeo Scalp, que tiene un alcance aproximado de 1.000 kilómetros.
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