El patriotismo es algo que hay que
demostrar. Yo estoy muy harto de los que llevan el patriotismo muy cerca del
corazón, exactamente en el bolsillo donde llevan la cartera, y estoy muy harto
de los que quieren “salvar a España”, ya vimos en el pasado para qué. Recordará
usted que, recientemente, decenas de militares retirados de alto rango, alguno
de muy alto rango, enviaron varias cartas al Rey instándole a dar un golpe de
Estado, porque, según ellos, España está en peligro y es necesario salvarla.
Pero, ni uno solo de esos militares jubilados de alta graduación, que conocen
perfectamente el estado lamentable de nuestras FF AA, tanto de personal como de
materiales, se ha dirigido al Rey, ni al presidente del Gobierno, ni a la
maravillosa ministra de Defensa, que no sabe lo que es un fusil, para,
pormenorizadamente, hacerles ver lo que yo estoy comentando. “Señor, no tenemos
un Plan Estratégico ni los medios humanos y materiales para que las FF AA
puedan cumplir con el mandato constitucional, mientras las amenazas se ciernen
sobre nuestro país.” Esa sí que sería una carta patriótica, y no las misivas
golpistas. Pues bien, si los militares no hacen lo que deben, otros tendremos
que hacerlo: Los militares golpistas, y la pléyade de patriotas de pacotilla,
están encantados de tener bases extranjeras en España y que nuestro país
pertenezca a la OTAN, pero no han dicho a los españoles que los amigos y
aliados yankees se niegan a vendernos algunas armas si, llegado el caso, para
utilizarlas no les pedimos permiso (ya nos vendieron los F-18 en su día
“capados”) y que la Alianza Atlántica no contempla la defensa de las ciudades
españolas de Ceuta y Melilla, es decir, que, de facto, no reconoce la soberanía
española sobre esas ciudades, que llevan siglos perteneciendo a España. Eso sí,
los EE UU han reconocido la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental,
soslayando las resoluciones de la ONU sobre la descolonización de ese territorio. Hemos puesto el dedo en
la llaga sobre un tema del que muchos huyen como del agua hirviendo y del que
podríamos hablar largo y tendido con datos incuestionables, pero, no quiero
cabrear demasiado a los patriotas de verdad, bastante tienen los pobres, así
que me voy a ceñir a un asunto en concreto: España dispone de unas de las fragatas
(en realidad destructores) de las mejores del mundo, me refiero a las fragatas
de la clase Álvaro de Bazán (F-100) de las que mi
predilecta es la F-103 “Blas de Lezo”, por razones obvias. Esas fragatas
disponen de un eficiente sistema antiaéreo, AEGIS, y de misiles, antiaéreos y antibuque, de procedencia estadounidense, pero, EE UU se ha negado
a suministrar a España misiles de crucero “Tomahawk” para equiparlas. Es como
tener un coche deportivo, pero con la velocidad limitada a 50 kms/h, pues, sin
misiles de crucero, las fragatas españolas están indefensas ante ataques en el
mar a larga distancia y no pueden proyectar su poder sobre objetivos lejanos en
tierra. El mismo problema lo tenemos con los submarinos en
construcción, “S-80 Plus”, que prometen ser los mejores del mundo de su
clase y con las fragatas, también en construcción, F-110, que sustituirán a las
de la clase “Santa María” a partir de 2026. Hay otras alternativas para hacerse
con misiles de crucero navales, por ejemplo, el francés “MdCN” que tiene un
alcance de unos mil kilómetros y unas características parecidas a los
“Tomahawk”, pero, con el inconveniente de que es muy caro, más de 2,6 millones
de euros por unidad, y de que Francia, en caso de conflicto con Marruecos, no
sería un proveedor seguro. Recordemos que Argentina perdió la Guerra de Las
Malvinas, entre otras causas, por el embargo francés de armas. Noruega, a la
que la empresa pública española, NAVANTIA, vendió las fragatas de la clase
“Fridtjof Nansen” (derivadas de las F-100) se ha encontrado con un problema
similar, pero lo ha resuelto con un misil naval de crucero de producción
propia. Así que, mientras algunos están preocupados por “salvar a España” de
los “socialcomunistas” y éstos piensan que van a parar a Marruecos con “paz y
amor”, tenemos la casa por barrer, los deberes sin hacer y los magníficos buques
que hemos pagado con nuestros impuestos escoltando a los portaaviones
norteamericanos, patriotas de pandereta.
FOTO: La fragata de la Armada Española F-103 "Blas de Lezo".
Hubo una vez en este país una industria militar boyante..los demás países nos respetaban,incluido Marruecos...Hubo una vez en este país un ejército que no era una Información,ni el palanganero de los gringo...adivine quien mandaba en ese país en esa época
ResponderEliminarUn país, el que usted recuerda, que entregó cuatro bases militares a los EE UU a cambio de que los americanos bendijeran su dictadura, un país que entregó el Sáhara Occidental a Marruecos por orden de los EE UU, un país, en fin, que cuando tuvo un presidente patriota de verdad, Adolfo Suárez, que se negaba a que España ingresara en la OTAN si la Alianza Atlántica no cubría Ceuta y Melilla, los patriotas de mentira que defendían ese tipo de país, le dieron un golpe de Estado.
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