"Dejen hacer, dejen pasar, el mundo va solo"; la frase, que fue dicha por primera vez, según dicen, por Vicent de Gournay, sería luego utilizada por otros liberales, como Adam Smith. Se trata de una práctica caracterizada por una abstención de dirección o interferencia del Estado, especialmente en la libertad de elección y acción; una doctrina que se opone a la injerencia gubernamental en asuntos económicos, permitiendo así, según los teóricos del liberalismo, la asignación más eficiente de recursos en una economía, ya que estarían guiados por las demandas de los consumidores y las únicas regulaciones gubernamentales que existirían serían para proteger los derechos individuales de la persona, y los derechos de propiedad, lográndose así una absoluta libertad en la economía: un libre mercado (libre manufactura, bajos o nulos impuestos, libre mercado laboral, cero aranceles y subsidios, abolición de los privilegios especiales, sin límites mínimos y máximos a los precios de los bienes y servicios, ya que serían establecidos por la oferta y la demanda, la apertura de las rutas comerciales mundiales al libre intercambio internacional y la competencia entre los ciudadanos de todos los países que tratan directamente unos con otros, etc...), en fin, todo se resume en la creencia de que los gobiernos no deben intervenir en la vida de las personas. En realidad se trataba de, como dijo Rosa Luxemburgo, tomar la libertad individual como coartada para la "libertad de la zorra en el gallinero" o "la zorra libre en el gallinero libre para la zorra", que esta fue literalmente la frase de Rosa, pues serían los ricos, y no el mercado, los que impondrían sus leyes. Luego vendría Marx (aunque frecuentemente se dice que la teoría marxista es una antigualla, lo es bastante más la teoría liberal). Quien se quiera enterar de lo que decía Marx al respecto haría bien, no como Cristina Almeida cuando ingreso en el PCE sin tener ni NPI, en leer "El Capital". En medio estaba la socialdemocracia, el socialismo capitalista que aceptaba las leyes del mercado pero que no renunciaba a cobrar impuestos para redistribuir, aunque fuera en pequeña medida, la riqueza entre la población. Se trataba de que los proletarios no llegaran a la pura indigencia y que fueran un peligro revolucionario para el capital. Pero, todo eso ha quedado olvidado, se ha perdido, como lágrimas en la lluvia, el siglo XXI, y los acontecimientos con los que ha empezado, impone sus propias leyes. Ha aparecido un nuevo concepto, el capitalismo marxista, un concepto que inauguraron los chinos y que fue un líder chino, Deng Xiaoping, el que lo implementó exitosamente. Los chinos tomaron lo mejor del marxismo, la planificación económica y el poder del Estado para el control de la economía y de la sociedad, y lo mejor del liberalismo, la libre competencia y la libertad de mercado, el resultado a la vista está para quien lo quiera ver: China, en poco más de treinta años, ha pasado de ser un país tercermundista a la primera potencia económica mundial. Naturalmente, nadie en Occidente tenía la menor intención de seguir los pasos, ni siquiera algunos de los pasos, de los comunistas chinos, pero, las decisiones a veces no las imponen los deseos, sino las circunstancias. Aunque sin reconocerlo, en Occidente ya se habían dado pasos inequívocos hacia la chinalización de la economía, ha sido la llegada de la pandemia del coronavirus lo que ha dejado diáfano el cambio que en realidad ya se estaba produciendo. Sin la intervención de los Estados y de los organismos supraestatales todo el mundo se habría ido al cuerno y han sido, y lo están siendo, los Estados los que, imprimiendo papel monera y repartiendo billetes de mentira han evitado y están evitando salidas sociales y económicas aún mucho más traumáticas de las que ya estamos viviendo y vamos a vivir en el futuro inmediato. A los ERTEs se van a añadir ahora las ayudas directas a las empresas, pero esta vez no va a ser como en el 2010, cuando solo se dieron ingentes cantidades de dinero a los bancos, esta vez, al menos en teoría, se trata de aprovechar la necesidad de recursos a la que ha obligado la pandemia para la imprescindible "revolución verde". O se hace la "revolución verde" o, junto con toda la Biosfera, nos suicidamos todos. La "revolución verde" no hay que verla como un drama, sino una oportunidad para los que sepan aprovecharla y, sobre todo, una oportunidad para la Tierra. En un planeta yermo las teorías económicas, todas ellas, importan un pimiento. Por supuesto, se quedará gente y sectores completos en el camino, como se quedaron cuando se pasó del vapor a la electricidad. En Asturias esto se ha visto muy claro con la descarbonización. Pero, hay un problema ¿cuál es el problema? pues el problema es que Occidente, y en concreto España, no es China, no solo porque aquí no gobierna el PCCh. En el país del amiguismo, de la picaresca, de los Reinos de Taifas y de las servidumbres políticas me temo que el reparto del dinero que va a llegar en las próximas semanas y en los próximos meses de Europa sirva más para ahondar la crisis económico-social e incluso territorial que para el rebote económico y para la "revolución verde", pues la Comisión Europea ha dicho que el dinero tiene que ir obligatoriamente a ese sector de vanguardia industrial ¿Vigilará la Comisión Europea que eso sea así? pues, como la Comisión fiscalice el asunto como el de las vacunas será otro desastre. O, de cómo el nuevo capitalismo marxista se puede convertir en otra cosa, que nada tendrá que ver ni con el liberalismo ni con el marxismo, y que dejo a usted libertad para calificar.
Curioso concepto el suyo,capitalismo marxista..algun dia me gustaria que me explicase sus dogmas o estatutos..y sinceramente, no creo que vaya a ocurrir nada de eso que ud sueña..ud ve rebrote economico, yo veo ruina y miseria..ud ve revolucion verde..jajajajajaja..que es eso?..yo lo que veo son mas impuestos a los carburantes y a los derivados del petroleo para seguir manteniendo la fiesta..y el dinero que llegue de Europa servira para pagar favores politicos,como siempre ocurrio..que ud a estas alturas crea en los reyes magos, en fin..saludos cordiales sr Suarez..supongo que aun estara de borrachera electoral por el triunfo de los suyos, es comprensible
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