Por encima de declaraciones de
intenciones y palabrería barata que se la lleva el viento, nada demuestra mas a
las claras la verdadera ideología de una formación política que los
Presupuestos del Gobierno que esta dirija, bien sea local, autonómico o
estatal, y cuáles son sus prioridades en las partidas de ingresos y gastos.
En Asturias gobierna, es un
decir, el PSOE, que solo cuenta con catorce diputados en la Junta General del Principado
de un total de cuarenta y cinco. A la debilidad parlamentaria del Gobierno
asturiano, que sostiene con alfileres Izquierda Unida y sus cinco diputados,
hay que añadir ahora que su presidente, Javier Fernández, lleva semanas
ausente, dedicándose a baronear y a conspirar en su partido desde la
presidencia de la gestora que crearon después del golpe contra Pedro Sánchez. Esperemos
que le sean descontados de sus honorarios como presidente de Asturias esos días
de asueto. Esta situación de mofa a los asturianos se añade a una legislatura
política donde Javier Fernández y los suyos han sido incapaces de sacar adelante unos Presupuestos y han tenido que prorrogar los del año pasado con
unos pequeños ajustes a la baja. A pesar de los esfuerzos del portavoz de
Izquierda Unida en la Junta General, Gaspar Llamazares, para que se inicien
conversaciones que permitan sacar adelante unos Presupuestos de consenso entre
PSOE, Podemos e IU, lo que podría ser la base para un Gobierno de unidad de la
izquierda en Asturias, los acontecimientos van por otro camino; los que mandan
en la FSA-PSOE están mas interesados en pactar con el PP en Asturias y en
España. Cae de cajón que no tienes ningún interés en solicitar el apoyo de
alguien al que llamas Caifás, como ha hecho Javier Fernández con Podemos. Pero,
como decía al principio, por encima de subjetividades y demagogias, los números
dicen siempre la verdad.
Las políticas presupuestarias y
el análisis pormenorizado de las partidas de ingresos y gastos nos enseñan bien
a las claras la progresía, o no, de quienes nos gobiernan. No le voy a aburrir
desgranando cada partida porque es bastante tedioso, pero pienso que es
imprescindible que tengamos claros algunos conceptos de los Presupuestos de Asturias.
El grueso de los ingresos en las
cuentas asturianas se lo llevan dos impuestos, el de la Renta, con 901.008.736
de euros y el de la parte proporcional que ingresa el Principado por IVA,
758.120.275 millones de euros. Y los gastos mas cuantiosos son en Sanidad,
1.492.482.197 millones de euros y Educación y Cultura, 755.242.700 millones de
euros. También hay que resaltar que la amortización de la Deuda se lleva nada
menos que 473.980.000 millones, una cifra astronómica por la irresponsabilidad
que nuestros políticos han demostrado a lo largo de anteriores legislaturas.
Partidas dedicadas a lo que se ha dado en llamar “chiringuitos”, como la RTVA,
aunque no son una minucia (en este caso concreto alrededor de 25 millones de
euros) son una gota de agua en la inmensidad del océano. Como detalles no
baladíes, mentar que el dinero dedicado a inversiones reales es de solo 85.000
euros y de que hay un impuesto autonómico que graba la electricidad, una de las
mas caras de Europa, que recauda 61.832.480 euros. Si tenemos en cuenta que la
mayor parte del dinero que se ingresa por Renta, en concreto 886.250.336
millones, corresponde a IRPF, es decir, principalmente a los descuentos por este concepto en las nóminas de los trabajadores, y que el impuesto sobre el patrimonio solo recauda 22.000.000 de euros,
tendremos muy claro quienes financian los servicios que disfrutamos todos.
El debate sobre el impuesto de
sucesiones, tan querido por el PP, que quiere suprimirlo, no entra a analizar
la justicia social de la recaudación fiscal y sus repercusiones en gastos como
los sanitarios. Frente a las políticas derechistas no conviene equivocarse
pretendiendo aumentar la recaudación con ocurrencias como poner impuestos a los
bancos, que no pagaría la señora Botín sino los jubilados que tienen una
pequeña cuenta bancaria, o impuestos verdes, que también acabarían pagando los
ciudadanos, no las empresas que contaminan (hay medidas mas eficaces para
obligar a cumplir las normativas medioambientales). Podemos también ha sido
demasiado optimista y bienintencionado subiendo el mínimo exento del impuesto
sobre patrimonio, sucesiones y donaciones a 400.000 euros, una cifra demasiado
alta que no favorecería a los asturianos de rentas medias y bajas, sino a los
de rentas altas. El mínimo exento debería ser como máximo de 300.000 euros del
valor real, no del valor catastral.
Es muy importante amortizar todo
lo que se pueda de Deuda y no incrementarla mas, pues no podemos pasar esa
hipoteca a nuestros hijos y nuestros nietos. Si bien no se puede ajustar ya
mucho el gasto si que se pueden incrementar significativamente los ingresos,
haciendo que de verdad paguen mas los que mas tienen y con una lucha sin
cuartel contra el fraude fiscal, en particular contra los que comercian con
bienes y servicios sin pagar el IVA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario