El Ejército Árabe Sirio y las fuerzas kurdas que operan en el
Norte de la ciudad están a punto de liberar por completo la ciudad de Alepo,
que es la mayor de Siria, mayor incluso que Damasco, la capital, y que contaba
con mas de dos millones de personas cuando empezó la guerra. Al-Shaqif, la zona
industrial de la ciudad situada al Noroeste, ya ha sido arrebatada a los
terroristas que han huido a algunos barrios, que ellos mismos bombardeaban
hasta hace poco con morteros de 120 mm, para utilizar a la población civil como
escudos humanos.
Son muchas las mentiras que se dicen en los medios de
comunicación occidentales sobre la situación militar de Alepo. En realidad la
población civil ha estado cercada por los terroristas y sometida a continuos
bombardeos del antiguo Frente Al Nusra desde la periferia de la ciudad. La zona
industrial ahora liberada era donde estaban las centrales eléctricas y las
fábricas, que fueron desmanteladas y vendidas en Turquía. Los yihadistas nunca
tuvieron el control total sobre la población, a la que mantenían en una gigantesco
ghetto. La situación estratégica cambió radicalmente desde el momento en que,
tras el intento de golpe de Estado en Turquía, Erdogán reanudó las relaciones
con Rusia y se comprometió ante Vladimir Putin a no seguir apoyando a los
terroristas, pues, como todo el mundo sabe, los hombres, el armamento, todo tipo
de vituallas y el dinero saudí y catarí para pagar a los mercenarios llegaban a
través de Turquía. También ha sido decisiva la intervención de la aviación rusa
y la recuperación del Ejército Árabe Sirio, que llegó a estar en una situación
lamentable y al borde del colapso.
El cierre de la frontera turca, que se encuentra a poco más
de 20 kilómetros, ha tenido una consecuencia indeseada: miles de terroristas
han quedado atrapados en Alepo sin posibilidad de huir y a merced de las bombas
rusas y sirias. Por eso se han mezclado con la población civil, a la que
mantienen como rehén e impiden que pueda salir de los barrios donde se combate
a través de los corredores humanitarios habilitados por el AES en el Sur de la
ciudad. Ante esta situación y ante la gran cantidad de inocentes que están
pereciendo en los combates, el presidente Al Assad ha vuelto a hacer la misma
oferta que se implementó en otras ciudades de Siria: los terroristas pueden
rendirse al ejército gubernamental, siendo respetadas sus vidas, o podrán huir
en autobuses hacia la otra gran ciudad que todavía tienen en sus manos en
Siria, Raqqa. El problema es que Raqqa es la capital del Estado Islámico en
Siria y la mayoría de los yihadistas de Alepo son del antiguo Frente Al Nusra,
que si bien son aliados circunstanciales contra el régimen sirio ni de lejos
sintonizan y siguen a los mismos líderes.
La toma casa por casa y ruina por ruina de los últimos barrios
en poder de los terroristas en Alepo no parece ser una opción para el EAS, que
no está dispuesto a que su infantería sufra centenares o incluso miles de
bajas. O los terroristas se rinden o serán arrasados por la aviación junto con
sus rehenes y no habrá perdón para los que sobrevivan. Esperemos que los
mercenarios yihadistas, que son fanáticos pero no completamente idiotas, no
lleguen hasta ese extremo, no por su salvación, naturalmente, sino porque no
mueran mas inocentes.
FOTOS: Soldados del EAS entrando en Alepo.
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