La expresión “quinta columna”,
con el sentido que se le da en España, la empleó por primera vez el general
Mola, en una locución radiofónica, al referirse a que, además de las cuatro
columnas del ejército sublevado contra la Segunda República que avanzaban sobre
Madrid, en la capital había una “quinta columna” formada por los simpatizantes
de los golpistas.
Una nueva banda del azufre ha
surgido en nuestro país, la de los socialistas que trabajan para la derecha y
para sus intereses particulares. En ella están desde expresidentes cuyo
currículum espanta hasta algunos de los llamados “barones” del partido. Al
frente de esa infantería se han colocado los presidentes de Asturias y Extremadura
y la presidenta de Andalucía, que es la que lidera la rebelión contra el
secretario general del partido. Tras las elecciones del 20 de diciembre ya
protagonizaron un enfrentamiento con Pedro Sánchez, mientras se partían de risa
en el Comité Federal (ver fotos en las hemerotecas). El secretario general del
partido tuvo que recurrir a una consulta a la militancia para no quedar
desautorizado. Esos son los que ahora piden respeto para el presidente
extremeño.
Es precisamente cuando las
negociaciones que se están desarrollando entre bastidores avanzan para lograr
un Gobierno de izquierda que pudiera ser apoyado por los nacionalistas sin
hacer un referéndum en Cataluña y cuando en Aragón se ha cerrado un acuerdo de
Gobierno entre PSOE, Podemos, IU y la Chunta Aragonesista, es precisamente
cuando el PP se encuentra en sus horas mas baja, salpicado por mas escándalos,
como los del nombramiento de Soria o el procesamiento de Barberá, y todo lo que
ha venido detrás, cuando los tres mosqueteros de la rebelión, que parecen estar
a las órdenes de Richelieu, en vez de a las de Pedro Sánchez, han vuelto a
agitar con fuerza la conspiración contra el líder de su propio partido y a
hacer todo lo posible para que en España siga gobernando Rajoy. Todo el mundo
sabe que cuando tus enemigos te aplauden es que estás haciendo alguna tontería,
pero aunque la derecha y hasta la ultraderecha aplauden la “responsabilidad” de
los quintacolumnistas socialistas estos justifican su actitud diciendo que es
lo mejor para España y para su partido.
Pero ¿quiénes son esos barones,
esos mosqueteros que trabajan para el cardenal Richelieu, esos
quintacolumnistas? veamos: No es una casualidad que sea precisamente el
presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, el que mas insiste en que
el PSOE debe abstenerse para que gobierne Rajoy, porque Vara inició su andadura
política en 1.978 afiliándose a Alianza Popular, el partido de Manuel Fraga y
no es casualidad tampoco porque el presidente extremeño está muy incómodo con
el apoyo de Podemos, que le está atando muy en corto. Cómo serán los dirigentes
del PSOE en Extremadura que hasta la militancia de IU, en contra de la
dirección estatal, votó en referéndum que preferían apoyar al Partido Popular
en la anterior legislatura. Que no decir de Javier Férnández, que medró
políticamente gracias al líder sindicalista del SOMA, delator durante el
franquismo y corrupto, José Angel
Fernández Villa. El presidente asturiano tiene paralizada la región y sin
Presupuesto porque no quiere un pacto de izquierdas y porque, como en el
pasado, prefiere un acuerdo, tácito o explícito, con el Partido Popular. Dirige
el cotarro la presidenta andaluza Susana Díaz, que no ha hecho otra cosa en su
vida que ostentar cargos en el PSOE, desde que en 1.997 fuera elegida
secretaria de Organización de las Juventudes Socialistas. Recordemos que Susana
Díaz rompió unilateralmente el acuerdo de Gobierno que tenía con IU cuando
tocaba implementar lo firmado, provocando nuevas elecciones y echándose en
brazos de Ciudadanos, el partido derechista de Albert Rivera.
Los quintacolumnistas se lo están
poniendo muy difícil a su secretario general y Pedro Sánchez no tendrá mas
remedio que volver a someter al veredicto de la militancia un acuerdo de
gobierno de izquierdas, si es que finalmente lo hay.
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