Aunque las noticias que nos
sirven sobre la Guerra de Siria son otras, como el reciente acuerdo entre los
EE UU y Rusia para establecer una tregua que permita llevar ayuda humanitaria a
algunas ciudades sitiadas (yo no creo tanto en el repentino prurito humanitario
americano como que los EE UU quieren hacer todo lo posible para retrasar la que
parece inevitable victoria del Ejército Árabe Sirio) en ese conflicto pasan
otras cosas relevantes, donde se juegan muchas vidas, que nadie nos cuenta. Voy
a hacerlo con una de ellas:
Poco después del principio de la
guerra se decidió que Arabia Saudí, además del dinero que entregaba a los
mercenarios yihadistas para que combatieran al régimen sirio, les cediera
gentilmente cientos de vehículos Toyota 4x4 artillados, como se había hecho antes
en Libia, armas de diseño ruso compradas a Ucrania y sofisticados sistemas
anticarro y misiles TOW-2 (Hughes Aircraft Corporation), con la autorización de
los EE UU. En los primeros años del conflicto esos misiles causaron estragos
entre las fuerzas acorazadas y motorizadas del EAS, destruyendo muchos carros
de combate, vehículos blindados y camiones, hasta el punto de que solo ese
arma, como había sucedido en Afganistán con los misiles antiaéreos portátiles
Stinger (Raytheon Missile Sistems) que se entregaron a los talibanes, podía
decidir el desenlace de la guerra. El grueso de las fuerzas acorazadas sirias
está formado por carros de combate de fabricación rusa T-72, que es un buen
tanque, pero que es vulnerable a los misiles anticarro con ojivas de fulminato de
mercurio o de uranio empobrecido, como llevan las últimas versiones de misiles
TOW. En realidad, ni siquiera los carros de combate con mayor espesor de
blindaje, incluso estratificado (tipo Chobham), como el norteamericano M-1
Abrams o el alemán Leopard 2, pueden hacer frente a misiles con esas cabezas de
combate.
Hay dos diferencias fundamentales
entre los carros de combate de fabricación rusa y los occidentales. Mientras
los occidentales suelen tener mas espesor de blindaje y una tripulación de
cuatro hombres (jefe de carro, artillero, cargador y conductor) los de
fabricación rusa son mas ligeros y maniobreros, solo llevan tres hombres
(todos incorporan cargador automático) y una parte de su defensa se apoya sobre
sistemas reactivos, placas explosivas colocadas sobre la coraza (Israel también
defiende así sus carros Merkava y a esa moda también se apuntaron otros países).
Pero, cuando aparecieron los misiles con dos ojivas colocadas en serie, como
los TOW, la defensa reactiva se convirtió en inútil, pues si la primera ojiva
era destruida antes de penetrar el blindaje, lo penetraba la segunda. La carga
hueca de la segunda ojiva hace un agujero de pocos centímetros de diámetro,
pero por donde penetra un chorro de fuego a miles de grados que abrasa a
los ocupantes y hace explosionar la munición del carro de combate. La necesidad
obliga y los sirios solucionaron el problema con un artilugio de fabricación
nacional de aspecto rudimentario que todos en el frente llaman “La Pajarera”,
porque eso es lo que parece. Se trata de un sistema de supresión optoeléctrica
que anula los dispositivos de dirección de los misiles que utilizan los terroristas
del Estado Islámico y del antiguo Frente Al Nusra. Se ha revelado tan eficaz
que se ha incorporado paulatinamente a casi todos los vehículos de combate
sirios. La irrupción en escena de los modernos carros de combate rusos T-90, que
cuentan con sofisticados sistemas de defensa de serie, también ha convertido en
inútiles a los misiles TOW. Sin embargo Rusia cuenta con otro carro de combate
mas moderno y sofisticado el T-14 Armata, con características revolucionarias,
algunas secretas. En él no va ningún tripulante en la torre y en el futuro
incluso se prevé que algunas versiones no lleven tripulación.
Pero, los milsiles TOW en poder
de los yihadistas siguen causando estragos y muertos en esta guerra. Hace unos
días los terroristas nos regalaron unas imágenes donde se ve como destruyen con
ellos dos carros de combate del ejército turco M-60, de fabricación
norteamericana, que combaten al Norte de Alepo.
“La Pajarera” ha salvado muchas vidas
de soldados sirios e incluso ha sido determinante para inclinar del lado del
EAS el desenlace de la guerra.
FOTOS: carro de combate del Ejército Árabe Sirio con "La Pajarera" instalada en su torre y un primer plano del artilugio.
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