En efecto, los atentados con
bombas que explotaron ayer al inicio de una manifestación por la paz de grupos
profesionales, izquierdistas y kurdos, se parecen, como un huevo a otro, a los
trágicos acontecimientos que vivió Madrid aquel 11 de marzo del 2.004 ¿No se
van a celebrar en breve una elecciones en Turquía (el 1 de noviembre)? ¿No está
mintiendo el partido del Gobierno queriendo echar la culpa a los kurdos del PKK
(como en España se hizo con ETA? ¿No es un atentado que nadie reivindica?
No vamos a entrar aquí en
análisis-ficción y en acusaciones sin pruebas, seguramente nunca sabremos, como
no hemos sabido en España, quién fue el criminal que dio la orden, pero hay
algo que parece evidente, por el modus operandi y porque no es de sentido común
que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán se dedique a hacer atentados
contra su propia gente y contra los que pedían un acuerdo definitivo de paz. Ha
sido el Gobierno turco el que rompió la tregua con el PKK y se ha dedicado a
bombardear a los milicianos peshmergas precisamente cuando estos estaban
ganando terreno a los mercenarios asesinos del Estado Islámico en el Kurdistán.
Este dramático suceso no es un
acontecimiento aislado, porque entronca con las políticas occidentales, de los
regímenes feudales árabes y de la OTAN en la zona. El Estado Islámico y el
Frente al Nusra son organizaciones criminales, al servicio de oscuros intereses,
que, dejémonos de tonterías, han gozado de la financiación y complacencia de
los mismos que ahora, cuando Rusia quiere acabar con ellos, ponen el grito en
el cielo. Con discursos para imbéciles se pretende engañar a la opinión pública
con críticas a la calidad democrática de al Assad mientras se va del brazo de
Arabia Saudí y Qatar, países donde la democracia y los derechos humanos mas
elementales brillan por su ausencia.
Coquetear con los terroristas,
permitir a Israel que siga ocupando tierras palestinas y masacrando a sus
habitantes, compadrear con los regímenes mas impresentables de Oriente Medio e
implementar las mas groseras políticas imperialistas, interviniendo en los
asuntos internos de países soberanos a sangre y fuego, crea un caldo de cultivo
ideal para la barbarie, la misma que ha segado la vida de casi cien personas en
Ankara y dejado centenares de heridos.
Mi mas sentido pésame. Venceréis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario