
Yo no me atrevería a decir que el
dinero es uno de los mejores inventos de la Humanidad, porque nos ha ayudado
mucho, pero también nos ha dado muchos disgustos, quizá la rueda o la
penicilina, por poner solo algunos ejemplos, hayan sido mas beneficiosos. El
dinero surgió en la antigüedad como una necesidad práctica, pues hasta entonces
era el trueque lo que se estilaba, y era muy incómodo llevar 100 gallinas
encima para cambiarlas por una vaca. Su aparición también tiene mucho que ver
con las guerras, pues el dinero se empezó a utilizar en forma masiva para
financiar campañas bélicas y pagar mercenarios y legiones. Los romanos llegaron
a pagar a sus legiones con bolsas de sal (de ahí viene el nombre de salario),
que era muy apreciado por aquel entonces, pero pronto descubrieron que era mas
práctico hacerlo con monedas.
El primer dinero que empezó a
circular era una forma concentrada de valor, es decir, las cien gallinas o la
vaca también se podían cambiar por unas monedas de oro o plata, metales que
tenían un valor intrínseco real. Pero, los Estados enseguida descubrieron que
el valor nominal de las monedas podía ser superior al valor real del peso de su
metal, bastaba con que así lo dijeran los Gobiernos, los reyes o los
emperadores y que la cara de uno de sus próceres estampada en las monedas lo
certificara. Así, el Estado se quedaba con una parte del valor de las cosas,
algo que siglos después también hizo el capital, apropiándose de una parte de las
plusvalías que generaba el trabajo de los proletarios.
La siguiente evolución del dinero
fue la invención del papel moneda, pues la imposibilidad de acuñar suficientes
monedas en oro, plata u otros metales preciosos, trajo el inconveniente de que
para pagar con monedas de poco valor había que llevar demasiado peso encima.
Durante mucho tiempo el papel moneda solo fue un recibo que emitían los
Estados, pero que podía ser cambiado por su valor en metálico, es decir, en
monedas. Todos recordamos que los billetes de pesetas, por ejemplo, tenían
escrito que el Banco de España pagaría al portador el valor nominal del billete
en monedas, pero eso también ha pasado a la Historia. Los billetes modernos en
Euros o en otras monedas ya no ponen algo así en ninguna parte, es decir, solo
valen la confianza que les queramos dar.
Pero, el mundo ha evolucionado y
también el papel moneda ha dejado de ser práctico. La aparición de la
informática ha permitido que las entidades financieras, los Estados y los Bancos
Centrales dispongan ya de los instrumentos necesarios para que el dinero de
plástico, bien en tarjetas bancarias o incluso usando el DNI, que ya lleva
instalado un chip electrónico, se convierta en el único dinero del futuro inmediato.
La mayor ventaja de que todas las
transacciones comerciales se hicieran con dinero de plástico es que se
reduciría enormemente la economía sumergida y el fraude fiscal, pero también
tiene algunos inconvenientes que no voy a desgranar aquí.
Solo el anuncio del ministro de
Hacienda y del presidente del Banco Central Europeo de que dentro de tres meses
el papel moneda ya no sirve para comprar provocaría un impulso bestial del
crecimiento económico, al tener que aflorar, y gastar, todo el papel moneda que
se conserva como dinero negro y cuya cuantía es enorme.
Otra ventaja añadida del imperio
del dinero de plástico es que permitiría a los Estados y a los Bancos Centrales
mitigar y tener un mayor control sobre las consecuencias de la explosión de la
burbuja de la Deuda, que ya empieza a enseñar las orejas.
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