
Pero, china quiere aprovechar la
ocasión para dejar muy claro que es la potencia económica y militar hegemónica
de Asia y que no consentirá que ni Japón, con la nueva política militarista
emprendida por su primer ministro, Shinzo Abe, ponga en cuestión su soberanía
sobre las islas Diaoyu, ni EE UU su
derecho a reintegrar a Taiwán a la madre patria.
Se espera que en el gran desfile
militar de septiembre China muestre algunos de los nuevos sistemas de armas
desarrollados en los últimos tiempos, algunos, los mas sofisticados, en
colaboración con Rusia y otros de diseño y fabricación íntegramente chinos.
Naturalmente, también se recordará
a los pilotos norteamericanos encuadrados en tres escuadrones de cazas, con
aparatos Curtiss P-40, que fueron apodados por los chinos como los “Tigres
voladores” y que fueron enviados secretamente por el presidente Franklin Delano
Roosevelt. Cuando el 5 de julio de 1.942 los tres escuadrones de aviones
estadounidenses destacados en China fueron absorbidos por la USAF, los
valientes pilotos americanos habían logrado derribar 286 aviones nipones contra
solo doce bajas. Su contribución fue esencial para mantener la moral en unas
circunstancias muy difíciles. Como caso curioso recordar que los “Tigres
voladores” llevaban la bandera china a la espalda de su cazadora de vuelo y que
todavía a día de hoy el grupo 23 de caza de la USAF, heredero que aquellos
P-40, lleva pintados los colores de la bandera china, las fauces de tiburón en
el morro de sus aviones y el tigre volador, diseñado por la compañía Walt
Disney, en el fuselaje.
FOTO: los "Tigres voladores" junto a uno de sus P-40 en China.
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