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La encuesta que el domingo 11 de
mayo publica el diario de Barcelona “La Vanguardia” es significativa y terrible
para el bipartidismo: el PP cae del 42,1% de los votos obtenidos en las
europeas del 2.009 al 33,1 % que obtendría hoy y el PSOE también pierde 9
puntos y cae del 38,8 % al 29,8%. Al contrario, UPyD sube del 2,8% al 6,3% ,
pero al poder aún le da mas miedo el crecimiento de IU, la coalición rojiverde
sube del 3,7% obtenido en 2.009 a nada menos que el 10,3%, manteniendo como cabeza
de lista al eurodiputado Willy Meyer.
Nadie sabe con seguridad si
acertarán las encuestas y si esta tendencia se confirmará en las futuras
convocatorias electorales que nos aguardan, pero algunos ya están poniendo la
venda en la hipotética herida. Se han estado haciendo ejercicios de futurología
que presumen que en las próximas elecciones generales el PP podría perder hasta
42 escaños y el PSOE, que ya está muy tocado, otros 5. Eso significaría que,
aunque los populares volverían a ganar, el PP no tendría mayoría absoluta y,
peor aún, con una mayoría raquítica, no podría formar Gobierno si no pactara
con el PSOE (evidentemente, con IU sería imposible), porque el apoyo de la
formación magenta y de algunos partidos nacionalistas, además de difícil de
conseguir, podría no ser suficiente.
Así que, ya sin tapujos, se está
empezando a hablar de la “Gran Coalición”, es decir, un Gobierno donde estarían
populares y socialistas juntos y revueltos. La coartada sería que obliga la “responsabilidad”
algo de lo que ya sabemos mucho los asturianos, porque es lo mismo que ha dicho
Mercedes Fernández, la presidenta del PP regional, para apoyar los ilegales
créditos extraordinarios que el Gobierno de Javier Fernández, que no ha podido
sacar adelante los Presupuestos, necesita. Pero, no debemos confundir la
responsabilidad con los intereses bastardos.
Después de tirarse los trastos a
la cabeza y de decirse de todo durante años, socialistas y populares
compartirán cama, timando a todos los españoles. Pero, seamos serios, ¿no han
venido haciendo las mismas políticas, salvo algunos matices obligados, unos y
otros? ¿no han hecho los mismos recortes salvajes y las mismas subidas de
impuestos a los que menos tienen? ¿no son, en fin, las dos caras de la misma
moneda?.
La “Gran Coalición”, la próxima
moto que nos intentarán vender, no va a ser una singularidad española, ya la
hemos visto en Alemania y en Grecia, por ejemplo, y en los países donde los dos
grandes partidos no comparten Gobierno, comparten el paripé. El caso es que
nada cambie y en aplastar ¿cómo a una nuez? cualquier alternativa, independientemente
de su ideología. Es la democracia del timo y de la ley del embudo.
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