
Este nuevo escándalo relacionado
con El Musel se une a los robos de materiales que se detectaron durante la obra
y al de la regasificadora, una planta que ni siquiera tiene conexiones. La ampliación
de El Musel, la mayor obra faraónica que acometió el Gobierno de Areces, ha
sido polémica desde el principio. Para mucha gente tenía un tamaño excesivo,
dado el tráfico marítimo del puerto de Gijón y el volumen de mercancía que se
movía. Tampoco se hizo un estudio de impacto ambiental serio sobre las
consecuencias que tendría el nuevo gran dique sobre las mareas y el aporte de
arena a la Playa de S. Lorenzo. Pero, lo peor era que el puerto de Gijón se
hipotecaba fuertemente durante 46 años. Un gran negocio privado, como tantos
otros, hecho con dinero público. Con esas plusvalías medra Florentino Pérez.
La reacción inmediata del
Gobierno asturiano y de la FSA ha sido correr un tupido velo y no comentar el
asunto “hasta que no lo hayamos estudiado detalladamente”. Estamos en
precampaña electoral para las Europeas y el próximo año hay elecciones
autonómicas y municipales. Eso da mucho
miedo.
Los socialistas asturianos cada
vez lo tienen mas difícil. Cuando pasaban cosas como el asunto que nos ocupa y otras
igualmente invendibles, como la aprobación de la construcción de una
incineradora en Serín, el PP ya colaboraba con los socialistas, pero la FSA
mantenía un pacto de Gobierno con IU para tapar las vergüenzas, dando una
apariencia de Gobierno progresista. Pero, ahora IU, por mandato de su
militancia, está en la oposición y tiene otra dirección desde que Llamazares, que
logró el hito de perder el grupo parlamentario y quedar con solo dos escaños en
el Congreso de los Diputados, cayó en desgracia. Eso sí, lo buenos servicios
prestados tuvieron su premio, como bien sabe Jesús Iglesias. En la coyuntura
política asturiana actual el PSOE no podría mantenerse en el Gobierno sin la
ayuda del PP. Con solo 17 diputados, de un total de 45, y con Foro Asturias, IU
y UPyD en la oposición, son los populares los que, como se ha visto con la
aprobación de los créditos extraordinarios, a lo que parece que UPyD también se apuntará a última hora, le sacan las castañas del fuego.
Mercedes Fernández hace de palmera de los socialistas en el Ayuntamiento de
Gijón y en la Junta General no solamente porque practica la heterodoxia, que
también, baste el ejemplo de como incumple los estatutos de su propio partido,
sobre todo porque el enemigo a batir, el auténtico coco, es Francisco
Álvarez-Cascos y en esa guerra cuenta con el respaldo de María Dolores de
Cospedal, de Rajoy y de sus aliados socialistas, que se habían agarrado, como a
un clavo ardiendo, a unas siglas corruptas con la vana intención de
rentabilizarlas.
No hay dinero para la inversión,
es decir, para crear empleo, solo para pagar Deuda, afloran las inmundicias y
continúan las fechorías. “El caballero de la triste figura”, como, recordando
El Quijote, se llamó a si mismo Cascos en el discurso que pronunció en la
entrega de las sardinas de oro de la asociación avilesina Sabugo ¡Tente Firme!
en julio de 2.009, que significó el inicio de un cambio político en Asturias,
solo tiene que esperar a que caiga la fruta madura.
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