Hay gente muy aficionada a dar
consejos, “consejos doy que para mí no tengo”, como dice el famoso refrán, pero, los verdaderamente encantadores son los que dan los mismos consejos que daba el
león a la cabra en esa maravillosa fábula donde el felino decía a la cabra que
bajara al valle, a su lado, no se fuera a despeñar. Eso, exactamente, llevo escuchando y leyendo con respecto al PSOE y a Pedro Sánchez desde hace
tiempo. No se trata de criticar a Sánchez o al PSOE, alto totalmente legítimo,
faltaría más, y que ya hacen todos los días, tratan de darles consejos sobre lo
que sería mejor para ellos, unas veces con guion propio y otras mentando
guiones ajenos, de socialistas que hace mucho tiempo se desvincularon de su
partido, por ejemplo. Me refiero, en concreto, y esto es lo que tiene verdadera
guasa, no a militantes socialistas descontentos con la línea actual del
partido, no a militantes socialistas que no les gusta lo que hace Pedro
Sánchez, sino a gente que no ha votado al PSOE en la puñetera vida ni tiene la
menor intención de hacerlo, sea su secretario general Sánchez y cualquier otra
persona. Son esos impresentables, metidos a leones, los que dicen a las cabras
que bajen a la seguridad del valle. Uno de los “argumentos” que frecuentemente
esgrimen es loar la figura de Felipe González, al que ahora califican de
estadista y echan flores, pero cuando se presentaba a las elecciones no lo
votaban, votaban a Fraga o a Aznar. Sin embargo, por supuesto, les gustaba mucho más Felipe
González que Pedro Sánchez, no importa que fuera el señor X de los GAL, no
importa su moratoria nuclear, que todavía estamos pagando, no importa que
enviara aviones F-18 a bombardear Yugoslavia sin mandato del Consejo de
seguridad de la ONU, no importa su eslogan cínico de “OTAN, de entrada no”, no
importa que, cuando Felipe González perdió la mayoría absoluta prefirió pactar
con la CIU de Pujol que con la IU de Julio Anguita ¿o esto último es lo que
verdaderamente les gustaba de González? En efecto, lo
que verdaderamente gustaba a estos derechistas de pacotilla, que se permiten la
osadía de dar consejos a los militantes socialistas sobre lo que tienen que
votar en los órganos internos de su partido y a qué secretario general tienen
que elegir, era que Felipe González no pactó con los comunistas y lo que no les
gusta de Pedro Sánchez es que sí lo ha hecho. Eso no lo llevan. Por eso estos
leoncillos de colmillos gastados aplaudieron hasta con las orejas el golpe que
capitaneó Felipe González contra su propio secretario general, el secretario
general que los socialistas habían elegido por primera vez de forma directa y
que luego volvieron a elegir, haciendo fracasar la trama trasversal. Piden un Gobierno
PP-PSOE ¿para hacer políticas de izquierda? no ¡pardiez! para hacer políticas
de derecha, naturalmente. Se les ve la patita, esa patita de felino donde
guardan las uñas para que no se las vean las cabras, que, de momento, se
encuentran mucho más seguras por los altos riscos, desde donde les agradecen los buenos consejos.
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