Este asunto lo ha dejado caer el
presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su discurso de fin de año y en la
posterior rueda de prensa. Era un tema, sin embargo, del que se venía hablando
desde hace tiempo en algunos foros políticos, porque la delicada situación de
la monarquía española, debido a los continuos escándalos de Juan Carlos,
aconsejaba hacer algo para que la jefatura del estado, en este caso el Rey
Felipe VI, no quedara definitivamente desprestigiada. Las encuestas, que son la
nueva dictadura, no necesariamente mala, lo decían: En plena pandemia y con los
gravísimos problemas que tiene España, solo a un 0,3% de los españoles preocupa
la disyuntiva monarquía-república, pero a la mayoría no le gustan, en absoluto,
la inviolabilidad del rey (algo que no preocupó mientras no hizo falta) ni
otros asuntos que están también en la Constitución, como que el varón tenga
prioridad sobre la mujer en la sucesión dinástica. No cuadra que por un lado se
esté luchando por la igualdad de las mujeres y por otro que si mañana Felipe y
Leticia tienen un hijo varón la princesa Leonor deje de ser la heredera del
trono de España. La verdad es que la monarquía, como institución, no va a la
par de los tiempos que corren, no es algo del siglo XXI, y aunque se corrijan
algunos sindiós dinásticos no se pueden corregir todos, ni los derechos del
benjamín o la benjamina van a ser iguales que los del primogénito o la
primogénita ni al rey o a la reina la va a elegir el pueblo directamente. Pero,
en fin, en España tampoco al presidente del Gobierno lo elige el pueblo
directamente y no pasa nada. Pedro Sánchez también dijo que si hay una nueva Ley
de la Corona tendrá que ser por iniciativa del Rey. Todos sabemos que es el Parlamento,
que es el Congreso de los Diputados, el que tendría que aprobar por mayoría
absoluta una ley orgánica de las características que estamos comentando, pero
yo soy más partidario de modificar, a ese efecto, la Constitución, aunque los
mismos que la modificaron para introducir el tope de déficit, que ahora da
hasta risa, manifiestan ahora que sería abrir la Caja de Pandora. Lo de mentar la
iniciativa del Rey se comprende si lo que queremos es volver a prestigiar a la
institución y que la monarquía recupere la confianza de los españoles. En este
sentido, resulta paradójico que sean precisamente los republicanos, en sintonía
con el propio Rey, los que quieran introducir esas modificaciones, eliminar la inviolabilidad
y la igualdad de los sexos en la sucesión dinástica, algo que lo que, sin duda,
conseguirá será prestigiar y fortalecer a la monarquía y algo que hasta los más
recalcitrantes republicanos vamos a tener difícil criticar. Yo no veo las
ventajas de tener un presidente que no pinte nada, como en Alemania o en
Israel, y seamos serios, este país no está preparado en estos momentos para
tener un jefe de estado de partido con poder ejecutivo, como EE UU, Rusia, o
Francia, por ejemplo. Así que si hay esas modificaciones, que todo el mundo
quiere, habrá que aparcar el debate monarquía-república, que a muy pocos
preocupa y que podría ser muy oneroso en la España actual para los que se
empecinen en él.
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