Otra vez las derechas han sacado
a pasear a Venezuela, más concretamente a Guaidó, un individuo a sueldo de la
oligarquía venezolana (esto desde que, de jovenzuelo, era matón en las calles)
y de los EE UU. Cuando el Gobierno de España, en cada Consejo de Ministros, les
da un susto y un mamporro político, bien sea subiendo las pensiones, subiendo
el sueldo a los funcionarios, subiendo el Salario Mínimo Interprofesional o
derogando (esa es la próxima) lo peor de
la Reforma Laboral de Rajoy, las derechas se quedan sin argumentos para la
crítica y la oposición política ¿cómo van a criticar unas medidas que favorecen
a la mayoría de las familias españoles, especialmente a los trabajadores? Así
que a Casado a Abascal y a los restos de Ciudadanos no les queda otra que buscar
debates para intentar hacer daño al Gobierno, crear debates políticos absurdos
que no resisten en más mínimo análisis. Yo soy plenamente consciente de que
este Gobierno se va a equivocar mucho y que va a cometer grandes errores, pero
si las derechas piensan regresar al poder a lomos de Guaidó y de cualquier otro
asunto que a los españoles no les afecta, se van a equivocar por completo. El tema tiene guasa, porque ninguno de los derechistas que critican A Maduro (y
no es que a mí me gusten Maduro y su régimen) ha dicho ni escrito nada en su
vida contra otras muchas dictaduras que en el mundo han sido o todavía
existentes. Es más, todavía recuerdo las críticas de la derecha que recibió el
juez Baltasar Garzón cuando empapeló a Pinochet. Parece obsceno que esta misma
gente, mucho de los cuales no han condenado el franquismo y todavía veneran a
Franco en la intimidad (que esa dictadura la tuvimos aquí, no a miles de
kilómetros, en Venezuela) nos quieran dar lecciones de democracia y pretendan
intervenir, soslayando el Derecho Internacional y la Carta Fundacional de la
ONU, pasándose por la entrepierna la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas, en los asuntos internos de un Estado soberano. No es baladí recordar
que de los 193 Estados representados en la UNU solo 54 han reconocido como
presidente a Guaidó, un presidente que no ha ganado ningunas elecciones. La
verdad es que a nadie importaría un pimiento Venezuela, los venezolanos y la
democracia allí si no fuera el país del mundo con mayores reservas de petróleo.
Los EE UU, los que promocionaron, financiaron y sostuvieron dictaduras horribles por todo el mundo, incluida la franquista, también dicen querer la
democracia para Venezuela. USA se autoabastece de petróleo, pero tienen un
gravísimo problema con el apalancamiento billonario de las petroleras con los
bancos para la extracción por fractura hidráulica, si no logran que el precio
del crudo escale por encima de los 75 dólares por barril, y el asesinato del
general iraní parece que no lo ha logrado, tendrán que volver a las
importaciones masivas. La derecha
española, desde que en 1.959 el presidente Eisenhower se paseó con Franco en
coche descubierto por Madrid y bendijo su dictadura a cambio de cuatro bases
militares, está, servil, a las órdenes de los EEUU ¿Hay alguien, en su sano juicio, que tenga la
más mínima duda, que se atreva a discutir, que si mañana Maduro pone el
petróleo de Venezuela en manos de EE UU y Trump dice que ahora hay que tirar a
Guaidó a los caimanes no coge Casado al traidor por las manos, Abascal por los
pies y mientras Arrimadas dice a la de una, a la de dos y a la de tres, lo
tiran al agua? Por cierto, no me olvido de los lobbystas ¿no dicen que la cara
es el espejo del alma? ¿se ha dado usted cuenta de la cara de malos que se les
ha puesto a Aznar y a González con los años?
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