Les habían llamado de todo, nunca
en España se ha insultado tanto a un partido político, a sus dirigentes, a sus
militantes y a sus votantes: populistas, coletas, piojosos, los calificativos
despectivos son interminables, pero solo faltaba lo que ahora ha añadido Pedro
Sánchez, no son demócratas. Ni siquiera a los de Vox se atreven a calificarlos
así. Pues bien, el presidente en funciones y secretario general del PSOE ha
dicho públicamente que no quiere a Pablo Iglesias, el líder de UP, en su
Gobierno, al tiempo que le ha colgado otro Sambenito, más grosero e injusto que
ninguno de los otros, y se lo ha colgado al que le ayudó a ganar la moción de
censura contra Rajoy, al que ha sido leal y un fiel aliado (sin ningún puesto
ni ningún cargo en el Gobierno) durante meses, al que le defendió en los
debates electorales cuando los líderes de las derechas le llamaban mentiroso. Quizás tengamos que abrir el melón de la democracia en este país, ver quienes son, en verdad, los demócratas, donde estaban unos y otros durante el franquismo, cuales fueron los verdaderos protagonistas del golpe de Estado de 1.981 y recordar quienes modificaron la Constitución sin consultar al pueblo. La ignominia ha llegado a
su cénit y los españoles deberían tomar buena nota porque, es mentira que Pedo
Sánchez quiera ministros de UP si Pablo Iglesias no está en el Gobierno (el
líder de UP ya dio un paso atrás en 2.016 y Sánchez pactó con Rivera), es falso
que pueda haber un problema con UP por Cataluña (Pablo Iglesias ya dejó ese
asunto muy claro) y es una patraña obscena que los de UP no sean demócratas.
Exactamente el mismo personaje del “no es no” pide ahora la abstención para ser
investido presidente al PP y a Ciudadanos y le dice a Felipe González que pida
la abstención al PP como la pidió al PSOE en 2.016 para que fuera investido
presidente Rajoy. Tremendo.
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