Lo que está pasando en Ciudadanos
es motivo de estudio. Hasta ahora las crisis en los partidos políticos se producían
cuando había una lucha de poder en un congreso y, sobre todo, cuando alguna formación
política se pegaba un batacazo electoral, pero hete aquí que el partido de
Rivera, el partido que con 40 diputados pactó con el PSOE un acuerdo de
Gobierno, ministros incluidos, que no sumaba y que no llegó a nada porque los
de Iglesias y Garzón no pasaron por el aro y no dieron la investidura a Sánchez,
llega a las elecciones de 2.016 y pierde ocho diputados ¿Crisis interna por
eso? ninguna ¿lectura que hizo Albert Rivera de esos resultados? acertada: Nuestros
votos salen del cesto de votos del PP y a esos votantes no les gusta que
hayamos pactado con el PSOE, se dijo. Y llegaron las pasadas elecciones generales
del 28 de abril de 2.019 y Ciudadanos obtiene nada menos que 57 diputados, a un
paso de dar el sorpasso al PP, que cayó hasta los 66, la peor derrota de su
historia. Es decir, el partido de Rivera subió nada menos que 25 escaños. Pues,
resulta que en el PP, donde Casado había enviado a Siberia a todos los que
votaron a Soraya y donde han sufrido un revés electoral de aúpa, no pasa absolutamente
nada y es en Ciudadanos, con un éxito notable, un éxito que le permite entrar
en muchos Gobiernos municipales y algunos autonómicos, donde aparecen las
navajas traperas, las deserciones y los disensos ¿por qué? Cuando Ciudadanos
dio el paso del ámbito catalán a la política estatal dejó de ser solamente el
partido que se oponía en Cataluña a cara de perro a los independentistas para convertirse
es un actor más de la política nacional, un actor al que desde el principio le
marcaron el terreno de juego donde debía moverse: hacer de bisagra y de
muletilla de los dos partidos hegemónicos, del PP y del PSOE, cuando estos no
fueran capaces de tener mayoría suficiente por sí solos. La crisis en Ciudadanos
empieza cuando Rivera rompe con esas ataduras y quiere cargarse al PP y liderar
la derecha y, sobre todo, cuando D. Albert se niega (recordando lo que le pasó
a su partido cuando se quedó con 32 diputados) a facilitar la investidura de
Sánchez. A mí me resulta graciosísimo ver a los del PP pidiendo a Ciudadanos que
se abstenga en la investidura del candidato socialista ¿por qué no se abstienen
ellos? La derecha ya tenía su partido y los poderes fácticos no querían al
partido de Rivera para esto, sino para frenar a la izquierda, ese, y no otro,
es el fondo del asunto y del aparente extraño caso de Ciudadanos.
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