ATAQUE PIRATA EN EL GOLFO DE OMÁN

La mañana de este 13 de junio, medios iraníes y árabes reportaron un ataque contra dos embarcaciones petroleras, Front Altair y Kokuka Courageous, en el Golfo de Omán. A falta de una confirmación oficial, algunos medios apuntan a que las explosiones a bordo de las naves se habrían producido tras un ataque con torpedos. EE.UU y sus aliados, entre ellos,  el Reino Unido y Arabia SaudÍ, responsabilizan a Irán. Hace poco tiempo se produjeron en la misma zona ataques parecidos. Pero ¿por qué Irán iba a proporcionar una coartada a sus enemigos para que lo atacaran? El Departamento de Estado de EE.UU ha acusado a Irán de estar detrás de los presuntos “ataques” perpetrados este jueves contra dos petroleros en aguas del golfo de Omán. “La valoración del Gobierno de Estados Unidos es que la República Islámica de Irán es responsable de los ataques ocurridos hoy en el golfo de Omán”. Hagamos unos pequeños cambios: El Departamento de Estado de EE.UU ha acusado a España de estar detrás del presunto “ataque” perpetrado contra el acorazado "Maine" en la Bahía de la Habana “La valoración del Gobierno de Estados Unidos es que España es responsable del ataque ocurrido hoy en Cuba” ¿Le suena? pues le sonará como lo del incidente en el Golfo de Tonkin que sirvió de pretexto a los EE UU para intervenir en Vietnam. Los ataques piratas o de falsa bandera siempre los hacen los mismos.

¿Casualidad? coinciden los ataques a estos petroleros que se dirigían a Japón con la visita a Teherán del primer ministro japonés, Shinzo Abe en misión de mediación.

Pero ¿quién está, en verdad, detrás de estos ataques que, al parecer se han realizado con torpedos? Israel cuenta con cinco submarinos de procedencia alemana clase "Dolphin" y otro más de la misma clase pendiente de entrega. En estos modernos submarinos que navegan en inmersión con pila de combustible de hidrógeno (AIP) Israel ha instalado los misiles de crucero de fabricación propia,"Popeye turbo", que se disparan desde los tubos lanzatorpedos. Este misil de crucero puede transportar una cabeza nuclear de 200 Kg, a 1.550 kilómetros de distancia. Los submarinos "Dolphin", además de torpedos y minas, también están equipados con misiles "Sub Harpoon Block 1C", lo que les hace temibles para todo tipo de naves. En mi opinión, con toda probabilidad, estos submarinos son los responsables de estos ataques. Hace ya tiempo que Israel amenazó con un ataque unilateral a Irán, para destruir sus instalaciones nucleares, si los EE UU y Occidente no se implicaban en la agresión, con toda suguridad ese ataque se iba a producir desde estos mismos submarinos y con los misiles de crucero "Popeye turbo". Ante la certeza de que eso podía suceder y que también sería atacada una central atomoeléctrica que Rusia estaba construyendo en Irán (que ya ha sido inaugurada), El Kremlin amenazó a Netanyahu de que, si eso hacía, borraban a Israel del mapa. Luego mejoraron mucho las relaciones entre Rusia e Israel, a pesar de los ataques sionista en Siria, pero ahora uno de los buques atacado llevaba 11 marineros rusos. Craso error. Apuntemos, porque no es baladí, que todos los tripulantes de los buques atacados han sido rescatados por lanchas iraníes. En reiteradas ocasiones manifesté que era muy imprudente defender a un Estado pirata, que se pasa el derecho y las normas internacionales por la entrepierna, que agrede a quien le viene en gana y que cuenta con bombas atómicas y sofisticados vectores para ellas. Pues bien, aquí lo tienen. Pero, la piratería israelí se ejerce, naturalmente, con patente de corso.

No podemos desconocer el gravísimo problema que tienen las petroleras y los bancos USA por el apalancamiento brutal en créditos para inversiones en fractura hidráulica. Esas extracciones no son rentables con el crudo por debajo de los 75 dólares por barril (que algunas fuentes lo elevan hasta los cien) Hablamos de billones de dólares. Se lo digo en pocas palabras: o sube el petróleo o quiebran los bancos estadounidenses. Es decir, los intereses sionistas, de las monarquías feudales árabes, del entramado militar-industrial estadounidense, que necesita otra guerra para justificar 25.000 fábricas de armamento y un presupuesto de Defensa estratosférico de 700.000 millones de dólares, y los intereses de las petroleras y de los bancos configuran un cóctel explosivo que puede provocar una guerra de consecuencias terribles para el mundo. A Europa las tensiones ya la están afectando, usted pagará el combustible más caro la próxima vez que vaya a la gasolinera.