Apagones masivos han afectado a
varios países iberoamericanos en la madrugada del sábado 15 de junio, los más
perjudicados son Argentina, donde el apagón ha sido general y Uruguay, con
amplias zonas afectadas, pero también otros países vecinos han sufrido
apagones masivos. Recordará usted que hace pocas semanas sucedió algo similar
en Venezuela, entonces fueron muchos los que se apresuraron a cargar contra el
Gobierno de Maduro, achacando a su mala gestión los apagones, bien, ya veremos
a quién le echan la culpa ahora de estos apagones.
Cuando escribo estas líneas el
suministro aún no ha sido restablecido en muchas provincias de los países
afectados y aún no se conocen las causas, aunque no son pocos los que barajan
ciberataques, algo que siempre es una buena coartada para los Gobiernos, una
coartada mejor y más creíble que echar la culpa a Homer Simpson. La verdad quizá no la sepamos nunca, por un
lado no siempre es fácil identificar un ciberataque y por otro finalmente se
suele correr un tupido velo sobre estos asuntos, porque los Gobiernos no
quieren asustar a la gente con algunas de sus actividades. Una cosa está clara,
la Guerra 2.0 hace tiempo que ha empezado y sus consecuencias pueden llegar a
ser tremendas.
Uno no sabe muy bien por qué circula por ahí que el primer ciberataque de la Historia fue practicado,
supuestamente, por hackers rusos contra la red eléctrica de Ucrania la víspera
de Navidad, es decir, el 23 de diciembre de 2 015. Sería, dicen, una forma un
tanto peculiar de “felicitar” las fiestas de Putin a los ucranianos, con los
que el presidente ruso estaba muy disgustado. Es una constante culpar a Rusia
de casi todo y no van a ser una excepción los ciberataques, bien sucedan
durante campañas electorales, bien sean contra redes eléctricas. Sin descartar,
para nada, que los rusos puedan ser los responsables de algunos de estos
ataques, ni de lejos son los únicos que combaten en esta nueva guerra. Hay que
remontarse al año 2.003 para recordar un gran apagón masivo, fue el que sucedió
en los EE UU y Canadá en agosto de aquel año y que dejó sin electricidad a
cincuenta millones de personas durante días, pero hace muy poco hemos visto que
también Venezuela sufría apagones parecidos ¿ciberataques? yo no tengo ni las
pruebas ni los elementos de juicio suficientes para afirmarlo, pero, no lo
descarto. Lo que sí se sabe es que el primer ciberataque masivo y
extremadamente peligroso lo realizó en 1.997 Cary Mckinnon, un hacker escocés,
administrador de sistemas, que se encontraba en paro. Mckinnon, que utilizaba
el nick de “Solo”, accedió a los archivos secretos del Pentágono y de la NASA
para, según él, buscar información sobre ovnis y programas militares secretos. El
ataque ocasionó unos gastos de 700.000 dólares para neutralizarlo. EE UU pidió
entonces su extradición, pero Reino Unido no la concedió, al contrario de lo
que está pasando ahora con Julian Assange, el jefe de Wikileaks, ciudadano
australiano que también atacó los archivos del Pentágono y de la Casa Blanca y
sacó a la luz las cosas ilegales que se hacían desde ambos ámbitos. Hasta un
niño de 15 años, Jonathan James, hackeó los archivos de la Nasa y el Pentágono,
lo que dejó en evidencia la falta de
medidas de seguridad eficaces y la vulnerabilidad de los sistemas que controlan
cosas muy, muy, delicadas. Los ciberataques son algo tan común que en el año
2.015 España tuvo nada menos que 12.000 “incidentes
de seguridad” que fueron resueltos por los organismos encargados de ello,
CCN-CERT y CERT-SI. El mayor peligro es cuando los ataques informáticos no son
obra de particulares y/o de aficionados, sino de organismos estatales, incluso
militares, usando las redes como otro campo más donde desarrollar acciones
ofensivas y de guerra. Eso es lo que sucedió, por ejemplo, cuando se atacó con
el gusano “Stuxnet” las instalaciones nucleares iraníes en septiembre de 2.010.
Europa, pero no solo ella, es extraordinariamente vulnerable a estos ataques,
entre otras cosas porque ni siquiera tiene un sistema operativo propio.
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