
Aunque parezca increíble, una
gran mayoría de asturianos no conoce quién fue Pedro Menéndez, que nació en
Avilés el 15 de febrero de 1.519, ni sabe porque a esa entrañable villa también
se la denomina como la del “Adelantado”.
Mucho antes de que nuestros
marinos se las tuvieran que ver con los corsarios a las órdenes de la corona
inglesa, ya hubo héroes que pelearon contra otras naciones por la seguridad de
nuestros barcos y la soberanía de nuestras aguas. En el Mar Cantábrico
sobresalió un asturiano de nombre Pedro. Con solo ocho años, después del
segundo matrimonio de su madre, Menéndez se escapó de casa y empezó a trabajar
en un pequeño barco de pesca. A los 14 años se enroló como grumete en un barco
de guerra y empezó su vida militar combatiendo contra los corsarios franceses
que acosaban a la flota española. Con solo 19 años ya mandaba su propio barco y
a 50 hombres y con él capturó dos navíos franceses. En 1.544 una escuadra
francesa, al mando de Juan Alfonso de Saintoge, captura 18 naves vascas que
faenaban al Norte de Finisterre y las lleva al puerto de La Rochela. Pedro Menéndez
hace una incursión allí, libera cinco de las naves españolas, asalta la nave
capitana francesa y da muerte a Juan Alfonso de Saintoge. Tal es la fama de
Menéndez que llega a oídos del rey Carlos I (y V de Alemania) que le insta a
seguir combatiendo a los corsarios franceses en el Cantábrico y cuando estos
están completamente derrotados lo envía a Flandes. En 1.552, Menéndez empieza
sus viajes a América, al mando de distintos barcos. Dos años mas tarde el rey
Felipe II lo nombra Capitán General de la Flota de Indias, al entender que es el
marino español mas capaz en aquellos momentos. Menéndez solo tiene 35 años. Sus
batallas y aventuras dan para escribir un voluminoso libro y también son muchas
las condecoraciones y muchos los títulos que recibió.
Por asuntos no aclarados, Pedro Menéndez
dio con sus huesos en la cárcel, donde estuvo dos años, pero el rey Felipe II lo
indultó y lo puso al mando de una flota para atacar a los franceses que
asolaban las colonias españolas de Norteamérica y el Caribe. Después de muchas
peripecias, Menéndez tomó definitivamente La Florida para España (allí fundó la
ciudad de S. Agustín) y fue nombrado por el rey Gobernador de Cuba. En su
honor, Avilés es conocida como la villa del Adelantado.
Pero, Pedro Menéndez de Avilés no
es, ni mucho menos, la única de nuestras grandes figuras, hay una larga lista, desde
Pelayo a Jovellanos, desde Ramiro I y Silo a Torcuato Fernández Miranda.
España se va a enfrentar dentro
de muy poco tiempo a un fuerte ataque contra su unidad, protagonizado por los
que han hecho de la falacia y la mentira un instrumento para sus fines. Por eso
es tan importante conocer nuestra Historia y nuestros iconos y saber que
Asturias, siglos antes de que esas que ahora se autodenominan nacionalidades
históricas se sacudieran el yugo del Califato de Córdoba, ya era un reino cristiano
y godo que se extendía desde el Norte de Portugal hasta Navarra.
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