
Este es un asunto grave, como es
obvio, y claro que habría que tomar medidas para atacarlo, pero, yo creo que
antes de atacar la enfermedad hay que hacer una analítica acertada.
Escuchando el otro día un debate
en la radio sobre este asunto una tertuliana ponía el grito en el cielo
diciendo que en los EE UU la Asociación Nacional del Rifle tenía nada menos que
5 millones de socios y las consecuencias estaban a la vista. Pero, hablar sin
conocimiento de causa hace a uno, o una, decir muchas tonterías. Porque, esa
comentarista parecía no tener ni idea que en España, por ejemplo, hay mas de 4
millones de armas en poder de particulares. Solo de rifles y escopetas de caza
hay mas de 3 millones, a los que hay que añadir las armas de tiro, y las
pistolas y revólveres que pueden portar algunas personas en función de su
oficio, sin tener nada que ver con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado
ni con los Ejércitos y la Armada. Es decir, proporcionalmente, es posible que
haya mas armas en poder de particulares en España que en los EE UU.
Yo creo que la raíz del problema
estadounidense no es tanto las armas que tiene la gente, que también, como la cultura
de las armas que existe allí, su nulo control y la facilidad de como se puede acceder
a ellas. Cualquiera puede ir a un supermercado y comprar un fusil de asalto y
que le regalen varios cargadores llenos.
En España hay varios tipos de
licencias de armas: tipo B, pistolas y revólveres; tipo C, armas para
vigilancia; tipo D, armas largas rayadas para caza mayor; tipo E, armas para
tiro deportivo y escopetas de caza; tipo AEM, autorización para menores y AE,
autorización para coleccionistas. Naturalmente, no todo el mundo puede tener
cualquier licencia. Además hace falta un certificado médico de actitudes psicofísicas
y un certificado de penales para poder tener una licencia que permita comprar
un arma, pues de otra manera no se puede adquirir legalmente.
Es decir, tener un cierto control
sobre la tenencia de la armas es fundamental y por eso en nuestro país, a pesar
de estar armados hasta hasta los dientes, son rarísimos los casos de violencia
con armas de fuego. La Guardia Civil es quien tiene asignado ese control y poca
gente sabe, por ejemplo, que una infracción de tráfico por ir bebido al volante
trae consigo la pérdida de la licencia de armas, si la tuviera. Cuando se
pierde la licencia hay que entregar las armas a la Guardia Civil, o
traspasarlas a alguien que la tenga o quedarse con ellas, pero inutilizadas
para su uso.
Además de un nulo control sobre
la tenencia, en los EE UU existe una cultura de las armas que es consustancial
con su propia creación como nación, con su cine, con sus guerras casi
permanentes, y con la sensación de inseguridad que sufren muchos ciudadanos en
algunos Estados. Hasta para hacer propaganda electoral algún candidato
descerebrado, en este caso candidata, recurrió a fotos armada con un fusil de
asalto, como el caso de Sarah Palin. Evidentemente, no es la cantidad de
armas en poder de los ciudadanos lo mas peligroso.