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Las valientes declaraciones del
teniente general Rafael Comas, en el sentido de que sería conveniente volver al
servicio militar obligatorio, han vuelto a poner sobre la mesa un debate que,
ante las carencias operacionales de nuestras FF AA, es obligatorio abordar.
Nuestra constitución, aprobada en
referéndum nacional por los españoles, otorga a los ejércitos un mandato
fundamental, que está recogido en el artículo 8º, párrafo 2: “Las FF AA,
constituidas por el Ejército de Tierra, La Armada y el Ejército del Aire,
tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender
su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”. Es por eso que el
Gobierno del Estado y todos los ciudadanos tienen la obligación de dotarlas de
los medios necesarios para que puedan cumplir su misión. En este sentido es muy
importante que los programas de abastecimiento de material y armamento y el
Plan Estratégico sean los adecuados a la misión que los ejércitos tienen encomendada,
pero también que dispongan del personal necesario, tanto en número como en
preparación.
Mi opinión es que la decisión de
eliminar el servicio militar obligatorio en España fue un grave error, porque
desde entonces nuestras FFAA, que ya eran muy débiles, no han hecho mas que
perder capacidad de disuasión. Es preciso recordar como tanto los partidos de
izquierda, para los que parece que los ejércitos son una antigualla fascista,
como el PP de José maría Aznar, que no sabía qué hacer para conseguir el voto
de los jóvenes, se emplearon a fondo para eliminar la “Mili” en nuestro país.
De aquellos polvos vienen algunos de los lodos actuales y de esas filosofías
errónea participan actualmente algunos, como el secretario general del PSOE,
Pedro Sánchez, que ha manifestado su intención de acabar con los ejércitos.
En el país de Alicia reina la paz
y no existen las amenazas, pero el mundo real es muy distinto y no se puede
dejar nuestra seguridad en manos de irresponsables. Pero, los insensatos no
solo están en el bando de los que quieren acabar con nuestras FFAA o de los que defienden un ejército
profesional reducido a la mínima expresión o un Plan Estratégico y de dotación
diseñados para cumplir misiones internacionales de apoyo a la OTAN, también los
que verían con buenos ojos el regreso del servicio militar obligatorio, pero,
eso sí, de solo dos meses. Eso parece una broma.
Debemos dejar bien claro que para
que España dispusiera de los soldados profesionales suficientes para garantizar
el mandato constitucional el gasto que habría que soportar perjudicaría gravemente otros apartados
presupuestarios, pero esa no es la razón fundamental de mi opinión a favor del
servicio militar obligatorio, sino de que sea el conjunto de los españoles,
incluidos los ricos, los que estén verdaderamente comprometidos en la defensa
del país.
Unas FF AA que ofrezcan una
disuasión creíble deberían estar formadas por unos 300.000 soldados, de los que
unos 50.000 tendrían que seguir siendo profesionales, pues algunos sistemas de
armas y algunas especializaciones así lo exigen. En nuevo ejército integrado
por hombres y mujeres y un servicio militar de un año de duración, que es el
tiempo necesario para poder instruir adecuadamente a la tropa y tener unidades
operativas.
Yo estoy convencido que el
regreso de la “Mili” es conveniente para las necesidades de nuestra defensa,
pero también aconsejable para muchos jóvenes, que no saben lo que es la
disciplina ni el compromiso.
Pero, hay algo que debe quedar
muy claro: las obligaciones de los soldados de reemplazo deben ser solo las que
explícitamente marca la Constitución, es decir, nada de salidas al exterior ni
aventuras imperiales.
NOTA: en la foto, el antiguo Centro
de Instrucción de Reclutas Nº 10, de San Gregorio, Zaragoza, situado en la
carretera de Huesca, cerca de la Academia General Militar. Un centro modélico
en su día por instalaciones, organización y funcionamiento.