¿ELECCIONES ANTICIPADAS?

 

En lo que más piensan los políticos son las elecciones y, sobre todo, en cómo salir airosos de ellas, esa es, con mucha diferencia, su principal preocupación. Así que, mientras algunos están centrados todavía en digerir el adelanto de las elecciones andaluzas que nos ha anunciado Moreno Bonilla para el 19 de junio (tocaban el 27 de noviembre) parece que no se están enterando de que “el más listo de la clase” (ya veremos hasta cuándo) puede convocar elecciones generales anticipadas en cualquier momento, dejando a todo el mundo con el pie cambiado, sea a Feijóo, sea a Yolanda Díaz o sea al propio Moreno Bonilla. Que las elecciones generales se celebren después de las andaluzas, a la vista de los resultados que arrojan las encuestas, no es nada bueno para el PSOE y lo es aún menos si tenemos en cuenta que de Andalucía salen nada menos que 61 parlamentarios para el Congreso de los Diputados. Una debacle en Andalucía y ya puedes hacer las maletas en La Moncloa. Pero, es que, además, a mí me extraña mucho que haya salido ahora el asunto Pegasus, que los independentistas catalanes habían sido espiados era un secreto a voces desde hace bastante tiempo ¿Habrá una conjunción de intereses inconfesables, otra? Si a esto añadimos que la situación económica de nuestro país es más que preocupante (el Banco de España ya ha avisado al Gobierno del gran volumen de créditos públicos en riesgo de impago) pues, todo apunta en la misma dirección. Cuanto más pase el tiempo será peor y no al contrario, como esperaban. Moreno Bonilla echó mano de cuentos chinos para justificar un adelante electoral en Andalucía, que solo era una orden de Génova 13, pero Pedro Sánchez tiene que hacer algo más elaborado para que el personal trague, y lo hará. En este contexto, cuando escribo estas líneas faltan pocas horas para que el presidente del Gobierno presente en el Congreso de los Diputados su “plan anticrisis”, que llevará de segundo apellido “de Ucrania”. Exactamente igual que le echó la culpa a Putin de la inflación, Sánchez echará la culpa a la guerra de Ucrania de todos nuestros males, una coartada para darnos un aceite de ricino (con unas gotitas de aceite de oliva virgen extra) que aprobará también el PP. Así que, unos y otros van a seguir intentando tomarnos el pelo, que es lo que vienen haciendo desde hace demasiado tiempo. Lo siento, yo ya he dicho basta.