ATAQUES DE FALSA BANDERA EN UCRANIA

 

Tras la masacre de Bucha, una pequeña población en las afueras de Kiev, donde aparecieron más de trescientos cadáveres diseminados por las calles como si alguien los hubiera repartido a propósito, y tras las furibundas condenas a Rusia por su supuesta responsabilidad en la masacre, y su expulsión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (delegados de varios países confirmaron que EE UU los presionó y los amenazó para que votaran a favor) tenemos una nueva masacre, ahora en la localidad de Kramatorsk , en la provincia prorrusa de Donetsk, población que está bajo el control de las tropas ucranianas. Expertos militares (ahora va a resultar que militares españoles de alta graduación retirados son prorrusos) ya manifestaron que tenían serias dudas de la veracidad de la autoría de la masacre de Bucha que se atribuyó a Rusia, pero ahora cualquiera que entienda un poco de armamento puede tener perfectamente claro que el ataque con un misil contra la estación de ferrocarril de Kramatorsk, un ataque que, como la masacre de Bucha, las cancillerías y los medios de comunicación occidentales, haciendo el coro a los nazis ucranianos, se apresuraron a endosar a Rusia, es un ataque de falsa bandera. No está claro de donde salieron los muertos de Bucha, porque ha sido una empresa estadounidense la que presentó supuestas pruebas satelitales de los cadáveres cuando todavía estaban allí las tropas rusas, pero no se ha permitido a Rusia presentar sus propias pruebas, incluidas también las obtenidas por sus satélites de observación, pero lo de Kramatorsk debería servir para que los que se muestran tan seguros de lo que dicen y de los adjetivos que utilizan, cuenten hasta diez antes de hacerlo. El crimen de Kramatorsk es particularmente obsceno y execrable porque la gente se apiñaba en la estación de ferrocarril para salir de la ciudad, ante la inminencia de la ofensiva rusa, cuando cayó el misil. El escenario era perfecto, un misil ruso cae en medio de la gente al inicio de la ofensiva (casualmente no había allí ningún soldado ucraniano) y ya tenemos otro escalón más de la campaña propagandística contra Rusia. Pero, a veces el destino juega malas pasadas a los criminales: Utilizando el mismo ejemplo de Zelenski, las fuerzas franquistas quisieron echar la culpa de la destrucción de Guernica a las fuerzas republicanas, pero quiso la casualidad que se encontraba allí el periodista británico, George Steer, que trabajaba para el diario “The Times”, que pudo fotografiar y enviar a su periódico imágenes de varias bombas alemanas que no llegaron a estallar. Pues bien, ha querido el destino que el misil que cayó en la estación de ferrocarril de Kramatorsk, aunque soltó su mortífera carga y mató a 50 civiles, incluidos 5 niños y dejó 86 heridos graves, no se desintegrara y pudiera ser fotografiado. Se trata de un misil “Tochka-U”, que es parecido a los misiles rusos “Iskander-M”, pero más antiguo. Se diferencia muy bien porque el “Tochka-U” lleva una malla metálica en el exterior de la carcasa y sus aletas estabilizadoras están situadas en una posición más alta, como se aprecia perfectamente en las fotos. Solo hay unas FF AA actualmente en el mundo que poseen ese tipo de misiles en su arsenal, las de Ucrania. Rusia lleva semanas avisando de ataques ucranianos de falsa bandera, incluidos químicos, pues al parecer ha detectado a fuerzas ucranianas moviendo 120 kilos de cloro. Los rusos son asesinos, los rusos son violadores, solo falta que nos digan que los rusos comen niños para merendar. Mientras, los nazis ucranianos, sus padrinos, y sus voceros, son encantadores. Ucrania era el país más corrupto de Europa y estaba en bancarrota antes de la guerra, ahora la meterán en la UE, prepare usted la cartera mientras le cuentan que hay que ayudarla y salvarla de los asesinos rusos y de su despiadado jefe.