Llueve sobre mojado, ya no se puede respirar, los coches se llenan de un polvo color marrón en pocos minutos, los alféizar de las ventanas aparecen todas las mañanas llenos de ponzoña, los niños no pueden jugar en los columpios y en los toboganes de los parques porque tienen una gruesa capa de vertidos industriales. Estamos hablando de una zona de la ciudad que comprende muchos barrios y muchos habitantes: El Muselín, Portuarios y Pescadores, Jove, La Calzada, El Cerillero, Santa Olaya, Natahoyo y Moreda, sin olvidarnos de Tremañes, Los Campones, Lloreda y Monteana. Perdónenme si me he olvidado de alguno. Son más de 80.000 ciudadanos, incluidos ancianos y niños y personas con patologías respiratorias, en las que se cisca el Ayuntamiento de Gijón y el Principado de Asturias todos los días. A lo largo de los años ha habido protestas y manifestaciones de todo tipo, pero no han servido nada más que para que se colocaran algunas estaciones de medición de la contaminación por gases nocivos y por partículas en suspensión. Las mediciones arrojan habitualmente resultados tan escandalosos, que exceden muchísimo los valores recomendados, que las autoridades tendrían que actuar, aunque fuera solo por humanidad, pero, lo que hacen es ocultarlas. Recordemos que hay concejales del Ayuntamiento de Gijón que viven en alguno de esos barrios, ni para ellos mismos, sus hijos y sus padres, tienen humanidad. El asunto trasciende a la ideología política, porque tanto en el Ayuntamiento de Gijón como en el Principado de Asturias ha habido Ejecutivos de distinto signo político y todos han mirado para otra parte. En la zona Oeste de la ciudad de Gijón se concentra una gran actividad industrial de la que disfruta mucha gente, con puestos de trabajo, con electricidad, etc, pero los que padecen todos los inconvenientes, y los padecen sobre todo en su salud, son los que viven allí. Salir al recreo en las escuelas ya es una temeridad. La industria principal, la que se lleva, con mucha diferencia la palma de los vertidos a la atmósfera y de la contaminación es Arcelor. La empresa del "indio", como la gente llama coloquialmente a Mittal, en connivencia con las administraciones, hace lo que le da la gana y no solo en Gijón, los vertidos a la atmósfera y a la ría en Avilés también son sobradamente conocidos y rara vez sancionados y cuando lo son o no se ejecutan las sanciones, o estas son ridículas, o ambas cosas. Es todavía más indignante que tanto en Gijón como en Asturias gobierna la izquierda, en la Villa de Jovellanos gobierna el PSOE con IU y en el Principado el PSOE con el apoyo de IU. Pero, el progresismo, que incluye, como no puede ser de otra manera, la lucha por la conservación del medio ambiente y la salud de las personas, en la zona Oeste de Gijón no se ve por ninguna parte. Para que los vertidos sean menos visibles, porque a veces se ven demasiado, los más grandes se suelen hacer de noche, pero las luces de la ciudad reflejándose sobre las nubes color ocre resaltan en la nocturnidad alevosa. "Si queremos industria hay que vivir con los humos" dijo Dña. Paz, la anterior edil socialista de Gijón, que tiene un chalet en las afueras. El progresismo no es ir en Vespa de joven y luego, de alcaldesa, en un caro coche oficial con chófer y escolta y mofarse de los vecinos de la zona Oeste de Gijón. Para más inri, el concejal de medio Ambiente del Ayuntamiento de Gijón, Aurelio Martín, es de IU, eso a algunos nos duele particularmente. No pasará Martín a la historia de la ciudad de Gijón por trabajar por los vecinos, especialmente por su salud, pasará por la fechoría del "cascayu" (dejar una de las más importantes avenidas de la ciudad, y que contaba con la acera más ancha, con solo un carril para los automóviles) o no pasará. Las soluciones siempre son para mañana y cuando la contaminación se dispara hasta límites insoportables, cuando se mascan las partículas en suspensión, entonces se limita el tráfico rodado, que ni de coña es el principal responsable, o se reza para que llueva. Por supuesto que la gente quiere industria, pero cumpliendo con la normativa europea sobre emisiones y con índices tolerables de contaminación. Este artículo no va a hacer cambiar de opinión a los que llevan años riéndose de tantos ciudadanos, precisamente en los barrios donde más votos obtienen. Pero, la infamia y la mofa tienen un límite y vendrán las elecciones.
Dice ud que nuestras empresas tienenque cumplir la normativa europea sobre emisiones..y porque no la china, nuestro mas directo competidor?..o para eso ya no toma ud a China como modelo a seguir..en fin,se pilla primero a un comunista que aun cojo..el tema de la contaminacion es dificil y complicado y en mi ignorancia pienso que no tiene solucion,salvo que volvamos a las cavernas,cosa que no descarto si sigue el gobierno ecologista y comunista..volveriamos nosotros,claro,por que ellos seguiran con sus coches oficiales,los coches de sus escoltas,aviones ,helicopteros,etc..Aurelio Martin es un comunista radical anticoche,cuyo objetivo es destrozar Gijon,un Gijon que odia,igual que la alcaldesa socialcomunista que no quiere nadie..olvidese de los paraisos de portadas de revista de Testigos de Jehova..no los vamos a ver ud ni yo jamas,entre otras cosas porqueno existen..por cierto dice ud en un articulo, que nadie quiere una macrogranja junto a su casa,le doy la razon,aunque mycha gente humilde,algunos de su linea ideologica pueden comer carne,gracias a ellas..la gente no quiere una ,macrogranja jumto a su casa..tampoco quieren un bar,un restaurante,una gasolinera,un puticlub,una discoteca,Arcelor,una nuclear,una estacion ITV,una asquerosa y maloliente depuradoraun espantoso molino eolico..será por cosas que bno queremos junto a nuestra casa sr Suarez..la lista puede ser interminable
ResponderEliminarYo soy ecologista y comunista, eso que usted odia, y lo soy aquí y lo soy en China. Además, al contrario que otros, no soy un fanático y ya ve que doy más cera a los "mios" que a ningunos otros. Y no lo soy para caer simpático y para agradar, lo soy por convicción. Si le desagrada no es mi problema. Yo priorizo la salud sobre el negocio. Hay cosas que puedo tolerar junto a mi casa y junto a los míos, pero las que afectan a mi, a nuestra salud, no. La ponzoña de la contaminación nunca la llevan a los barrios de los ricos y a las urbanizaciones de los millonarios ¡qué casualidad! y si las llevan los insolidarios pagan abogados para llegar hasta el Tribunal Supremo y hacen todo lo posible para bombear sus caquitas hacia la zona Oeste, para que se las coman los proletarios, porque no son ninguno de ellos ni comunistas ni ecologistas.
ResponderEliminarEs que mire que es ud clasista eh..pero en serio cree hay menos coontaminacion en Somio que en la Calzada o Pumarin?..no le voy a hablar del modelo gaussiano de dispersion de contaminantes atmosfericos..tampoco le voy a enumerar la formulita..pero ud miente vilmente cuando asegura queen Gijon la contaminacion solo se la comenlos barrios obreros y que no llega a las zonas residenciales..eso porno decir que en Jove y en cualquier zona de Gijon hay chalets que no tienen nada que envidiar a los de Somio..como si no hubiese gente ricaen la zona este..y la depuradora del PIson es una cuestion de legalidad,no de clasismos, y ud lo sabe..cumplimos la leyes o vale todo?..si vale todo todo,vale cualquier cosa
ResponderEliminarDe verdad, es que está usted pésimamente informado. No sabe que antes de que se hiciera la depuradora del Este ya había una en el Oeste y los que viven en el Este, para que no les hicieran una allí, querían bombear sus caquitas, a través de todo Gijón, hasta la depuradora del Oeste para que, sí, depuraran sus mierdas, las de los de Somió, en El Musel. Tuve hasta amenazas telefónicas en su día por denunciarlo de los muy cobardes y hasta me llamó por Tf. el presidente de su asociación de vecinos para rogarme que no le soliviantara al personal. En cuanto a los niveles de contaminación, todo el mundo sabe en Gijón, menos usted, que es muchísimo más alta en las barrios del Oeste que en los del Este y no se trata de una corazonada y de una opinión subjetiva se trata de los datos de las estaciones de medición, esos datos que el Ayuntamiento de Gijón y el Principado a veces, cuando son demasiado escandalosos, ocultan a los ciudadanos, pero que han sido también medidos por la Universidad de Oviedo y otros organismos independientes. Por cierto, no soy un clasista en absoluto y me puedo equivocar, pero nunca miento. No me importan sus descalificaciones y sus insultos, siempre, siempre se recurre a eso a falta de mejores argumentos, pero, tengo las espaldas anchas.
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