El dólar ha empezado a caer
merced a que la Reserva Federal sigue imprimiendo papel moneda como si fueran
cromos. La moneda patrón está en entredicho al no tener suficiente respaldo de
valor y la pérdida de confianza es lo peor que le puede pasar al dinero. “Nunca
haré tal cosa”, fue la frase que pronunció hace tiempo Warren Buffet, el
inversor, especulador financiero y mayor accionista, presidente y director
ejecutivo de Berkshire Hathaway, cuando algunos avispados economistas le
dijeron que llegaría el día en que cambiaría dólares por oro. Pues bien, Buffet
han vendido enormes cantidades de acciones en dinero fiat para comprar ingentes
cantidades de oro. Aunque el oro ha subido espectacularmente desde la crisis
financiera de 2008, más que duplicando su precio, ni mucho menos está al precio
de su valor real actual, entre otras cosas porque los especuladores y los
propios Estados se han preocupado muy mucho de que no subiera de precio lanzando
noticias falsas, como que había mucha oferta del metal amarillo, cuando la
realidad era todo lo contrario, Warren Buffet lo sabe perfectamente. No solo
hay poca oferta de oro, todo el mundo lo quiere y no hay oro para todo el
mundo. Sirva como ejemplo que Colombia, al borde de la bancarrota, como casi
todos los países de Iberoamérica, ha vendido en junio pasado nada menos que dos
tercios de sus reservas de oro y se lo han quitado de las manos. La Reserva
Federal había mantenido el precio del dinero en torno al 0% con el pretexto de
dinamizar la economía, pero la verdad es que esos ridículos tipos de interés,
que en algunos momentos llegaron a ser incluso negativos, solo favorecían a los
especuladores, que se hacían con miles de millones de dólares gratis para
especular con ellos en la bolsa mientras los ciudadanos de a pie pagaban intereses por
encima del 5%. Así, mientras los indicadores de la economía
estadounidenses eran más que preocupantes, sobre todo el de la Deuda, los
parquets no dejaban de subir. El precio del dinero negativo parece una locura,
pero si te pagan, por ejemplo, con acciones industriales por un papel moneda
que no vale nada, aunque no te paguen todo el valor nominal de ese papel
moneda, has hecho un muy buen negocio. Cuando hace poco tiempo estuvimos cerca de la paridad
entre el dólar y el euro, la moneda estadounidense cotiza, cuando escribo estas
líneas, a 1,20 con respecto a la moneda europea que, dicho sea de paso, tampoco
está para tirar cohetes. La gigantesca estafa piramidal se tambalea y se podría venir abajo en cualquier momento como un castillo de naipes, aunque no es probable. Que nadie se llame
a engaño, no podemos estar, para bien y para mal, en una economía más
centralizada y más institucionalizada que ésta, el liberalismo ha muerto,
llevémosle flores, y su moneda patrón está a un paso de acompañarlo a la tumba.
Pero, la muerte del dólar como divisa de referencia no creo que vaya a ser una muerte
súbita, tendrá grandes cuidados paliativos, estará precedida de una larga
agonía.
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