A pesar de que en los medios
informativos y en las tertulias radiofónicas y televisivas no se ha hablado
casi del asunto, se acaba de celebrar en la capital bávara una importante
conferencia de seguridad que ha dejado muy claro por donde va a ir la política
internacional y estratégica en los próximos años. Lo que se ha visto allí, a mi
parecer, es muy preocupante, porque cuando de la desfachatez y las mentiras se
hace norma y virtud las consecuencias suelen ser terribles. Esta conferencia me
ha recordado mucho a la que se celebró también en Múnich en septiembre de
1.938. En aquella ocasión, por un acuerdo entre Alemania, Italia, Gran Bretaña
y Francia se despojó a Checoslovaquia de la región de los Sudetes, que se la
anexionó Alemania. A Checoslovaquia, la nación mas afectada por el pacto, no se
la permitió asistir. Todo el mundo sabe que allí se inició, en verdad, la
Segunda Guerra Mundial.

En la Conferencia de Seguridad de
Múnich había otro malo de la película, Irán. El asunto de la demonización iraní
es todavía mas grosero y ofende todavía mas a la inteligencia. Hace tiempo que,
en una alianza inconfesable, Arabia Saudí e Israel trabajan juntos, aunque por
intereses distintos. En la capital de Baviera el acuerdo tácito parecía
explícito y ambos coincidieron en señalar a Irán como “la principal amenaza”. Arabia
Saudí, el país que ha intervenido militarmente en Bahrein, donde, mató a miles
de manifestantes que protestaban contra el régimen en el marco de las “primaveras
árabes”, el país que está bombardeando Yemen, el país que financia a los
terroristas yihadistas, el país, en fin, mas tiránico del planeta, acusó a Irán
de ser un peligro para Oriente Medio. Los saudíes también se negaron a
participar en unas conversaciones sobre la región que había solicitado Irán.
Israel, por su parte acusó a irán de seguir con su programa nuclear militar.
Ver al ministro de Defensa de un país que tiene mas de trescientas cabezas
nucleares y sofisticados vectores de lanzamiento, incluso intercontinentales,
acusar a otro, que está controlado por los inspectores de la ONU y de la OIEA,
de tener malas intenciones atómicas es patético. Como patético es que Israel,
que se pasa por la entrepierna las resoluciones de la Asamblea General y del
Consejo de Seguridad de la ONU, quiera dar lecciones de legalidad a nadie. El
ministro de Exteriores de Irán, Javad Zarif, por su parte, manifestó que se equivocan
completamente los que amenazan a su país.
FOTO: el ministro de defensa de Israel, Avigdor Liberman.
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