
Muchas ideas se vinieron abajo
cuando Ronal Reagan, un vejestorio, ganó las elecciones. Los norteamericanos sabían
perfectamente quien era Reagan, un oportunista que había hecho carrera en el
sindicato de actores y cuyos servicios prestados le habían llevado a ser
gobernador de California, pero querían de presidente a alguien que les bajara
los impuestos y que dejara claro a todo el mundo que solo había un imperio. La edad
era lo de menos.
Quizá fue la campaña presidencial
de Obama la mejor organizada que yo he visto en los últimos tiempos. La cercanía
a los electores en un denso periplo y su slogan “Yes , we can” (que me recuerda
muchísimo a "Podemos”) se combinó con una estética impecable. Desde que el
director de la Oficina Federal de Investigación (FBI), John E. Hoover, vistiera
a sus agentes de traje y corbata yo no había visto cuidar la imagen tan
inteligentemente. Traje negro sobre camisa blanca y corbata entre roja y grana
daban imagen de seriedad y progresismo al mismo tiempo. Pero, no lo olvidemos,
lo mas importante es que Obama dijo a los norteamericanos lo que estos querían
oír.
El PSOE, que está completamente
huérfano de ideas, está apostando por la imagen juvenil de sus candidatos a
secretario general, aunque no tengan nada que decir, por eso es muy probable que
Pedro Sánchez sea el que gane el próximo congreso. Pero, también parece que IU se
ha subido al mismo carro, aupando a Alberto Garzón a altas responsabilidades.
No debe olvidar, sin embargo, la coalición rojiverde que fue Julio Anguita, que
ya no era un chaval, el que, con su “programa, programa, programa” consiguió
los mayores éxitos electorales.
La espectacular irrupción de Podemos no se
debe a que sus dirigentes sean jóvenes, sino a que los españoles están
hasta los mismísimos. Todos deberían tenerlo bien claro.
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