Cuando el Gobierno español
anunció que las Cajas de Ahorros (en realidad se dijo el sector financiero) serían
saneadas con una inyección de 40.000 millones de euros, prestados por el Banco
Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, y los ministros de Economía
y Hacienda, de Guindos y Montoro, y el propio presidente Rajoy manifestaron que
los ciudadanos no debían preocuparse, pues posteriormente serían privatizadas y
el Estado incluso ganaría dinero, muchos ingenuos lo creyeron, pero algunos ya
alzamos la voz contra una operación privatizadora que, además, presumíamos que sería gravemente onerosa para los
españoles.
Pues hete aquí que el BBVA ya se
ha quedado con Catalunya Banc, el ente nacionalizado que agrupaba a las cajas
de ahorros catalanas. El BBVA desembolsará la ridícula cifra de,
aproximadamente, unos 600 millones de euros, pues aunque la oferta presentada
fue de 1.187 millones, habrá que deducir los créditos fiscales y las garantías.
Cataluya Banc había recibido mas de 13.000 millones de euros del FROB, es
decir, merced a las fechorías de los políticos, los españoles perderemos la
friolera de mas de 12.000 millones de euros. Y todavía falta por privatizar
BANKIA y otras entidades puente.
Recordemos que el BBVA ha
perdonado al PP y al PSOE varias decenas de millones de euros de préstamos para
financiar campañas electorales. Esto se llama simbiosis o mutualismo o en Román
Paladino también se dice que los bomberos no se pisan las mangueras.
Viendo estas cosas causa aún
mayor indignación las declaraciones de algunos dirigentes populares contra la
presunta financiación venezolana, y otras tonterías por el estilo, de Podemos.
La crisis ha sido la mejor
coartada que ha tenido la derecha para hacer las políticas que nunca se le
hubiesen consentido. Desde la privatización de la banca pública hasta el
abaratamiento del despido y la rebaja de los salarios y de los derechos de los
trabajadores. Pero lo peor son sus mentiras, esta es la enésima.
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