
Cuando la Junta Militar Argentina cometía todo tipo de crímenes, también en el país hermano se sustrajeron niños para entregarlos a otras personas a cambio de dinero, incluso algunos torturadores y asesinos de los propios padres se quedaron con los niños recién nacidos diciéndoles que eran suyos. ¿Qué puede pasar por la mente de una persona cuando descubre que los que creía sus progenitores arrojaron vivos a sus verdaderos padres al océano desde un Hércules C-130, por ejemplo?, eso sí, antes de subir a Los Vuelos de la Muerte un sacerdote les daba la extrema unción. Aquí no se ha llegado a esos extremos, pero hay muchos puntos en común, incluida la implicación de miembros de la iglesia católica y de los poderes públicos. Ya se sabe que hay monjas y curas pringados hasta las cejas y todavía está por ver hasta qué punto la propia institución eclesiástica tenía conocimiento y amparaba estos gravísimos delitos. Pero también participaban en la trama criminal médicos, comadronas, políticos, etc. El ardid que se solía utilizar era decir a la madre que su hijo había fallecido en el parto.
Ya hay unas cuantas denuncias interpuestas y en estos momentos la Fiscalía del Estado está investigando 849 casos.
Hay que llegar hasta el final, hay que hacerlo pronto y hay que hacer recaer todo el peso de la Ley sobre los criminales sin escrúpulos que se han lucrado cometiendo uno de los delitos mas aberrantes que puede perpetrar un ser humano.
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