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España registró en julio, según
el Instituto Nacional de Estadística, la mayor tasa de inflación de los últimos
38 años, marcando una inflación interanual del 10,8%, seis décimas más que en
junio. Nuestro país repite, además, como el que mayor inflación tiene de los
grandes de la Unión Europea, pues Francia, Italia y Alemania registraron un
6,1%, un 7,9% y un 7,5%, respectivamente. Esta coyuntura económica tan
preocupante, que afecta de manera muy grave a toda la sociedad, pero, en
particular, a las rentas por cuenta ajena, parece que cabalga a su aire, pues
las estúpidas medidas tomadas por los gobiernos, en particular por el nuestro,
no van en el sentido de atacar la inflación, sino de intentar paliar sus
efectos con ocurrencias que no solo no los palían, sino que provocan más
inflación. Lo primero que hacen los médicos antes de recetar medicinas a un
paciente es hacer un diagnóstico y lo mismo deberían hacer muchos sesudos
economistas sobre las causas y los efectos de lo que está sucediendo. La
inflación que padecemos no está provocada en su origen por una subida de los
precios relacionada con la guerra de Ucrania, argumento ridículo en el que
siguen insistiendo los que la han liado parda y los que han declarado a Rusia
una guerra híbrida, sino por un exceso de papel moneda en el mercado, no
provocado por un recalentamiento de la economía, sino porque los bancos
centrales occidentales han estado imprimiendo billones de dinero sin respaldo
de valor y repartiéndolo a los gobiernos en forma de ayudas y estos, a su vez,
repartiéndolo a ciudadanos y empresas. Es decir, lo que está pasando en EE UU, en Europa y en Japón no es una crisis inflacionaria de costes y de costos, es una crisis
monetaria ¿Estamos? Así que las medidas a tomar no pueden ser las mismas que se
aplicaron en el pasado en otras crisis inflacionarias, como subir los
tipos de interés, eso no solo no va a acabar con esta inflación, nos llevará de
cabeza a la estanflación. Para ver los efectos que produce en la economía poner
a funcionar imprudentemente la máquina de hacer billetes nos tenemos que
remontar a la Argentina de los años 80 del siglo pasado, cuando, por introducir
dinero de mentira en el mercado, el país registraba una inflación superior al
90% y, ante la creciente amenaza política que se cernía sobre la dictadura
militar, el general Galtieri inició una operación combinada de los tres
ejércitos sobre las Islas Malvinas, que acabaría en una guerra. Qué quiere
usted que le diga, salvando las distancia, yo encuentro paralelismos con lo que
está pasando en Europa y lo que pasó entonces en el país hermano. Argentina no solo no recuperó las Malvinas, cayó la
Junta Militar y el país sigue hoy con una inflación interanual superior al 70%.
A pesar de que bajaron los
precios de la energía, la inflación en España se ha disparado por la subida de
los precios de la vivienda nueva y de los alquileres y por la subida de los
alimentos. La gente pudiente está cambiando dinero fiat, en el que cada vez
hay menos confianza y se está depreciando a más del 10%, por vienes reales,
como son las viviendas; y las grandes cadenas de distribución y los centros
comerciales están haciendo su agosto desde hace meses subiendo muchos productos
injustificadamente, ante la total inacción del Ministerio de Consumo, que luego
afectan a una buena parte de la cadena económica (bares, restaurantes, hoteles,
etc) de la que es particularmente dependiente nuestro país.
Si el papel del Gobierno está
siendo patético es la crisis económica que padecemos, no lo es menos el papel del principal partido de la oposición. El PP tampoco tiene ninguna receta seria para atacar la
inflación, le encanta también la guerra contra Rusia y le encanta también que
vengan miles de millones de fondos europeos que luego la gente tiene que valorizar con sus sacrificios y con su pérdida de poder adquisitivo. Feijóo y los suyos siguen
repitiendo que el Gobierno, como el Estado ha recaudado más impuestos por la
inflación, debe bajarlos, cuando hasta el más tonto sabe que tenemos déficit
presupuestario, es decir, más gastos que ingresos y que la inflación también
afecta al gasto. Cuánta más inflación, por tanto, más gasto. Las pensiones, por
ejemplo. Así que bien harían unos y otros en dejar de tomar el pelo a la gente,
no vayan a acabar como acabó la junta militar argentina.
Interesante articulo..pero quien va a retirar ese dinero sin respaldo de valor?..el PSOE, el PP?..ud sabe de sobra lo que eso supondría..una pobreza,casi miseria generalizada y una espiral inflaccionista peligrosisima..desconozco los efectos de subir los tipos de interes,lo que estoy seguro es que retirar dinero fiat seria un desastre de desconocidas dimensiones..de todas formas y si se dá una vuelta por Gijon no parece que ser casi un 11% mas pobres,nos este afectando demasiado
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