La pregunta ya no es si va a haber
un nuevo confinamiento de la población, la pregunta es cuándo y si va a ser
total o no. Con los hospitales a punto de saturarse y las UCI casi llenas en
algunas CC AA, ya no cabe debate sobre si tiene que primar la economía sobre la
salud, viceversa, o si tienen que convivir. No quedará otra que tomar medidas
drásticas, porque cuando los enfermos lleguen a los hospitales no los puedes
dejar morir a la puerta. Ya estamos viendo cosas maravillosas, estamos viendo a
los mismos que criticaban al Gobierno Central por decretar el confinamiento
pidiendo que se modifique el Estado de Alarma para poder solicitarlo. No me
refiero a gobiernos responsables, como el de Asturias o el de Castilla-León,
que ya lo solicitaron en el pasado reciente, durante la segunda ola, lo
encantador es que lo pidan gobiernos como el de Andalucía o el de Murcia, ejecutivos
autonómicos que tienen el apoyo de Vox ¿Se acuerda usted de los cayetanos de
Vox protestando, con sus caravanas de coches y las (no sus) banderas, contra el
confinamiento que decretó el presidente, Sánchez, durante la primera ola? Pues bien,
lo verdaderamente gracioso, a la vez que indignante, será cuando veamos a
Isabel Díaz Ayuso, que también tiene el apoyo del partido ultraderechista y que
ha hecho una pésima gestión de la pandemia, pedir de rodillas a Sánchez que
haga los cambios necesarios para poder decretar el confinamiento. El tiempo es
un juez insobornable y siempre pone a cada uno en su sitio.
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