
También Rajoy y Rubalcaba, que aparecen todos los días tirándose los trastos a la cabeza, se ponen sin embargo de acuerdo, junto con la derecha nacionalista catalana, para apoyar un plan de rescate a los bancos, otro más, que nos costará la friolera de 50.000 millones de euros. Los populares, con el apoyo de los socialistas (como en Grecia) utilizarán los escasos recursos del Estado, nuestros recursos, para pagar parte del agujero inmobiliario de los usureros.
Y que me dice usted de los sindicatos, tan calladitos mientras el paro aumentaba hasta los cinco millones de personas, mientras subían la edad de jubilación a los 67 años, mientras, en fin, entre otras muchas fechorías de los socialistas, sus compañeros del alma, los trabajadores perdían año tras año poder adquisitivo. Ahora, cuando empiezan a ver las orejas al lobo, toman las oficinas del INEM y nos llaman a manifestarnos contra los recortes sociales de la derecha. Antes tendrán que entonar el mea culpa, flagelarse en penitencia ante nosotros y hacer una pública autocrítica de todo lo que han estado consintiendo, además de poner en el mismo lugar tanto al PSOE como al PP, pues ambos han castigado y castigan sin piedad a las clases menos pudientes.
Hace muy poco tiempo hemos tenido elecciones generales y los partidos mayoritarios han obtenido la mayor parte de los votos de los ciudadanos, pero nuestro país no ha cambiado de rumbo, seguimos caminando directos al abismo, porque continúan tomando medidas de locos que solo consiguen meter miedo a la gente y retraer, hasta dejarlo reducido a la mínima expresión, el consumo de las familias.
La culpa es nuestra, no aprendemos.
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