
Obama ha anunciado que su Gobierno va a inyectar 450.000 millones de dólares en el mercado estadounidense, con rebajas de impuestos y obras públicas, fundamentalmente. El presidente no ha inventado nada, es la misma receta keynesiana que se aplicó en el país cuando la crisis de 1.929 y que a principio de los años 30 dio estupendos resultados. Pero ahora hay una gran diferencia, USA tiene una Deuda de 15 billones de dólares que tiene que pagar y no puede permitirse este tipo de iniciativas. A finales de agosto ya dijimos que algunos Gobiernos estaban cayendo en la tentación de poner a funcionar la máquina de hacer billetes sin un valor que respalde este papel moneda ungido por la necesidad, pues bien, de ahí van a salir los 450.000 millones de dólares que Obama dice que ya están pagados.
Hace ya tiempo que los inversores avispados han huido de las bolsas y han empezado a cambiar dólares por oro, solo hay que ver como ha subido el precio del preciado metal y que el Euro, por ejemplo, se mantiene fuerte con respecto al dólar, a pesar de los problemas económicos que asolan Europa.
Los mercados hace tiempo que se han instalado en la desconfianza y la respuesta al anuncio del presidente norteamericano ha sido mas miedo e incertidumbre, los parquets se han desplomado. El papel moneda que el Tesoro de los EE UU está poniendo en circulación tiene la misma credibilidad que los pitonisos y videntes, porque no está respaldado por la racionalidad ni por valor alguno y será el detonante del tercer y definitivo embate de la crisis que estalló en la primavera de 2.008. Ya veremos lo que sucede en los próximos días con la cotización del dólar.
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