
Los vecinos de la zona Oeste de
Gijón estamos en pie de guerra. Después de años soportando la contaminación de
Arcelor, de la térmica de Aboño, del carbón de El Musel, etc, mientras los políticos
regionales y locales nos tomaban el pelo con discursos engañabobos y con
estaciones móviles de medición de contaminantes, cuyos resultados guardaban en
un cajón, ahora nos quieren poner una planta de pirólisis, que muchos no
sabíamos ni lo que era hasta hace unas semanas, pero que ya nos hemos ido
enterando. Y esto sucede después de que los que nos gobiernan, desde Asturias y
desde Madrid, quieren poner en marcha la regasificadora, que llevaba paralizada
desde hace 12 años y sobre la que pesa una resolución del Tribunal Supremo que
impide su funcionamiento, al haber sido construida, en contra de la norma, a
menos de dos kilómetros de zonas residenciales. No solo eso, el Puerto de El
Musel se ha convertido en una base logística, que no cesa de ampliarse, de
carbón, que llega desde EE UU, Brasil o Australia para luego ser repartido a
otros países de Europa, como Alemania, donde los ecologistas de pacotilla han
cerrado las centrales nucleares y no compran gas a Rusia y ahora queman carbón,
después de decirnos, durante años, lo malo que era y lo que contaminaba. Así
es, contamina mucho el carbón, y los vecinos de la zona Oeste de Gijón lo
sabemos mejor que nadie, porque lo vemos todos los días en nuestros coches, en
los alféizares de nuestras ventanas, en el Hospital de Jove y en los toboganes de los parques infantiles
y de la Escuela de Xove. La gente está muy harta de las mentiras de los
políticos sobre la contaminación en Gijón, echando la culpa a los coches y
peatonalizando el Muro de San Lorenzo, mientras nos contaban que el carbón de
la playa era del Castillo de Salas, un naufragio de enero de 1986, es decir ¡de
hace más de 37 años! Así que en cuanto el vecindario nos hemos enterado de que
los socialistas, con la anuencia, como siempre para estas cosas, del PP,
quieren poner una planta con emisiones altamente contaminantes y cancerígenas
en El Musel, hemos dicho ¡basta! Las movilizaciones han empezado y se hacen, casualmente, cuando falta poco más de un mes para las elecciones autonómicas y municipales.
Pero es que en Gijón se dan, además, condicionantes verdaderamente curiosos que
son una mofa añadida para los muy indignados vecinos: La alcaldesa, Ana González,
defenestrada por su propio partido ante las escasas posibilidades de repetir
mandato por pifias como la del “Cascayu”, dice que está a favor de la planta de
pirólisis “si cumple con la normativa medioambiental y no resulta
contaminante”, no es una broma, es una bomba puesta bajo el trasero del candidato
a alcalde del PSOE, Luis Manuel Flórez, “Floro”, que dice, presa del miedo a lo
que se le puede venir encima, que él está en contra. Por supuesto, nadie lo
cree. La famosa incineradora de Serín, que llamaban eufemísticamente Planta de
Valorización, pasó a mejor vida gracias a la presión de los ecologistas, de los
vecinos y de IU, que lo puso como condición para pactar con el PSOE, pero ahora
IU, en Gijón, en Asturias y en España, es más muletilla de los socialistas que nunca, así
que su prurito ecologista hay que cogerlo con pinzas y para nada se puede
confiar en sus presiones, suponiendo, que es mucho suponer, que estuviera en disposición
de presionar después del 28M. La esperanza blanca para impedir que la nueva
fechoría se lleve a cabo es Carmen Moriyón, que ya firmó en el rastro contra la planta de pirólisis, y sobre la que no voy a argumentar
porque, al contrario que a otros, los gijoneses la conocemos sobradamente, pues
fue alcaldesa durante dos legislaturas y con total seguridad habría repetido si se
hubiera vuelto a presentar a una tercera y no a la presidencia del Principado.
La diferencia entre una incineradora
y una planta de pirólisis es que la primera quema plásticos y basuras y la segunda
los/las calienta a unos 400 grados centígrados en ausencia de oxígeno, por lo
que los residuos son menores, pero mucho más contaminantes y peligrosos para la
salud, tanto las cenizas como las emisiones a la atmósfera. La elección de El
Musel como emplazamiento no es casual, el puerto gijonés se ha convertido en
centro de pillerías y de contaminación y para que la planta de pirólisis fuera
rentable tendría que tratar miles de toneladas de plásticos y otras basuras, no
solo de Gijón y de Asturias, de otras CC AA y hasta del extranjero, que
llegarían en buques. Nos veremos el 28 de mayo, amiguinos, y en el Distrito V
de la Villa de Jovellanos somos más de 70.000 vecinos y estamos muy enfadados.
Pero ud muy al oeste vive entonces,eso es por Serin o por ahí,yo me lo imaginaba mas por el... No se porque yo me lo imaginaba mas por el 21 o el 17...Mire,no quiero desilusionarlo,pero el futuro del Musel hace tiempo que está decidido,mas o menos desde cuando se dieron cuenta de que la ampliacion no atraía mas buques y que el famoso puerto gijones es una maquina de perder dinero...Lo siento de veras por los vecinos de la zona oeste,pero toca joderse sr Suarez... No entiendo mucho del tema, pero no creo que el aire sea muy disitinto de la Campa Torres a la Providencia, y un consejo,de los politicos no espere nada bueno
ResponderEliminarNo nos conoce usted.
ResponderEliminar