Las actuaciones tienen
consecuencias, y las actuaciones de los independentistas catalanes están
teniendo consecuencias dramáticas en aquella comunidad autónoma. Votar con el
corazón o con las vísceras nunca es lo más inteligente. Casi 140.000 personas
están en lista de espera para operarse en Cataluña, muchos pacientes desde hace
muchos meses. Los ambulatorios y los servicios de urgencia están colapsados y
el asunto, lejos de solucionarse, se agrava cada vez más. Como siempre hacen
los independentistas, han intentado echar la culpa a España del caos
y el colapso sanitario que viven los catalanes, pero como tienen transferida esa
competencia lo tienen francamente difícil. Al síndico (defensor del pueblo)
catalán, Rafael Ribó, un antiguo militante del PSUC (no hay cosa peor que un
comunista reconvertido) no se le ha ocurrido otra cosa, aunque sin presentar
ningún dato, que decir que el problema sanitario de Cataluña se debe a los
pacientes de otras comunidades autónomas españolas que tienen que atender,
cuando los catalanes también son atendidos en otras partes de España y hay un
mecanismo estatal de compensación para evitar que una comunidad autónoma pague los
gastos sanitarios que corresponden a otras. La verdad es muy distinta y, ante
la evidencia y las críticas que le han llovido, Ribó no ha perdido ni cinco
minutos en poner el dedo en una de las llagas: “El caos sanitario se debe a la
cantidad de inmigrantes que hay en Cataluña”. Esto es verdad, aunque a la falsa
progresía no guste que se digan estas cosas, solo los que no han vivido en Cataluña
y no han usado sus servicios de salud pueden negarlo, pero solo es una parte de
la verdad. La verdadera raíz del asunto son las políticas derechistas del Gobierno
de la Generalitat. Si entramos en las cifras y nos damos cuenta que el
porcentaje de los Presupuestos que los independentistas destinan a la sanidad
pública es casi la mitad del promedio de lo que destinan el resto de CC AA de España
la evidencia aparece diáfana. Esto contrasta con la cantidad de dinero que los
independentistas destinan a ayudas sociales, casi 4.000 millones de euros al año,
la mayor parte para salarios sociales, ayudas a la vivienda, etc para
extranjeros. Un porcentaje que duplica a la media de las demás CC AA españolas.
Si usted está al corriente de los esfuerzos de los independentistas catalanes
para atraer a su causa a las comunidades extranjeras que residen en Cataluña
(pakistaníes, marroquíes, subsaharianos, etc) y ve como mucha de esta gente se
manifiesta en la Diada por la independencia entenderá mucho de lo que allí
sucede. Las políticas derechistas también se demuestran en que el Gobierno de
la Generalitat destinó el año pasado más de 2.000 millones de euros a derivar
pacientes a la sanidad privada, justo el doble que el de la Comunidad Autónoma
de Madrid, donde Gobierna el PP. Pues bien, esas políticas son apoyadas explícita
o tácitamente por ERC y por la CUP, que son los que sostienen el Gobierno de
Torra. Seamos serios ¿cuándo los republicanos catalanes o los anarquistas han
sido de izquierda? ¿Cuándo los republicanos catalanes o los anarquistas han
apoyado al Estado? Los independentistas se gastan el dinero de los catalanes en
su “Procés”, en sus chiringuitos y en subvencionar a potenciales aliados y la
salud de la gente no es su prioridad. ¡Ojo! que estamos ante el brete de que lo
que pasa con la sanidad en Cataluña no sea una singularidad, en otras CC AA se
empiezan a observar signos alarmantes en el mismo sentido.
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