Otra vez se ha vuelto a lanzar, a
modo de globo sonda, la posibilidad de que el Gobierno ponga peaje a las
autovías. La afición a exprimir fiscalmente a los españoles con tasas e
impuestos indirectos, los más injustos, no es, ni mucho menos, nueva pero los
socialistas, a pesar de que se creen que en verdad lo son, tienen una larga
tradición con esta práctica. La derecha, por supuesto, también. Lo que más me
ha llamado la atención del nuevo dejarla caer a ver que pasa es el argumento que
se esgrime: “Los usuarios son los que deben pagar el mantenimiento de las
autovías” ¿Es que no pagan ya los sufridos conductores un impresionante
porcentaje de impuestos en las gasolinas y los gasóleos? ¿a dónde van a parar esos
impuestos? Recordará usted que fue este mismo Gobierno, ahora en funciones, el
que también demonizó injustamente el diésel (cuando los nuevos motores diésel
con depósito de Adblue contaminan menos que la mayoría de gasolina) para
justificar la subida de impuestos al gasóleo y que este mismo Ejecutivo
manifestó hace pocos días que, como la gente se ha dedicado a comprar coches de
gasolina y ha subido la demanda de ese combustible, pues habrá que subir
también la gasolina. Ya no se guardan ni las formas. Tranquilos, pero solo de momento,
porque mientras exista la posibilidad de unas nuevas elecciones generales no
van a subir más los impuestos ni van a hacer nada de lo que están convencidos
que desagradará a los españoles. Eso lo harán después. La verdad es que
Bruselas ya advirtió a España, cuando todavía gobernaba Rajoy, de que los Presupuestos
que aprobó su Gobierno, que son mismos que ha utilizado Pedro Sánchez, ya
tenían una desviación del déficit permitido por la UE de más de 6.000 millones de
euros, que ya se han convertido en más de 8.000 millones de euros a día de hoy. Eso quiere
decir que como no se va a meter tijera a los gastos superfluos, ni se va a
atacar la economía sumergida y el fraude fiscal, ni se va a hacer pagar
impuestos a los ricos, se entrará a saco en los bolsillos de los sufridos
ciudadanos para que cuadren las cuentas, al mismo tiempo que se crean nuevas
áreas de negocio para los amiguetes, pues cobrar peaje en las autovías
requerirá empresas, que serán privadas, naturalmente, que lo gestionen,
exactamente igual que sucede con las empresas que gestionan las autopistas, a
las que, gentilmente, el Gobierno de Rajoy regaló 6.000 millones de euros, 6.000
millones de euros (casualmente, el mismo dinero que hacía falta para cubrir la excesiva desviación del déficit) nuestros, suyos y míos, para que enjugaran sus pérdidas o aumentaran sus
ganancias. En Asturias no solo no nos van a quitar el peaje del Huerna,
tendremos que pagar para ir a cualquier sitio en nuestra propia región, si consentimos la fechoría, naturalmente.
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