Después de escuchar los discursos
que en Versalles se dijeron, parece que el único que tiene las cosas claras es
el presidente español, Rajoy, al que no le ha afectado todavía el pánico de una
posible desintegración. Mientras que los demás líderes solo pretenden salvar
los muebles y salvaguardar el mercado único, Rajoy puso el dedo en la llaga
diciendo, sin ambages, que España lo que quiere es una mayor integración y que,
si se va por ese camino, nuestro país va a estar en primera fila. No debemos
olvidar que en España se celebró un referéndum donde la ciudadanía aprobó la
Constitución Europea, una carta magna que los mismos que ahora se erigen en
defensores de Europa tiraron a la papelera de la Historia. No solo eso, España recibió
buenos dineros de los fondos de cohesión, pero los españoles hicieron un gran
esfuerzo para integrarse en la moneda única, perdiendo mucho poder adquisitivo
al pasar de la peseta al euro, algo que no sucedió en Francia, por ejemplo,
donde por ley se prohibió subir los precios aprovechando el cambio de moneda.
Pero, sobre todo, y a pesar de que España es el único país de Europa que tiene
parte de su territorio en África, el sentimiento europeísta de los españoles,
al contrario del de los británico y otros muchos, es inequívoco y va mucho mas de
las ventajas de una integración económica y monetaria, va mucho mas allá de la cartera,
está en el corazón. Durante mucho tiempo Europa fue el referente donde se
miraban los españoles que vivían en una dictadura aislada, retrógrada y
fascista y las ansias de tener los mismos derechos y libertades que tenían los franceses,
los holandeses, los belgas, los alemanes, etc, de poder formar parte de aquella
comunidad, eran muy fuertes y lo siguen siendo. La UE solo sobrevivirá si
avanza hacia una mayor integración y una verdadera unión constitucional y
política, donde Europa no solo sea un área económica, sino una verdadera
comunidad de pueblos con unos valores y un destino común. Esa es la Europa que España
quiere y Mariano Rajoy lo dejó muy claro en el Palacio de Versalles.
SI NO HACEMOS NADA, HASTA LOS MUERTOS, CONVERTIDOS EN FANTASMAS CON BIRRETE BLANCO, EMERGERAN DE LAS TUMBAS PARA EXIGIR JUSTICIA.
martes, 7 de marzo de 2017
ESPAÑA, EN EL NÚCLEO DURO
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